11/12/2017
Muchacho de las cintas

Jericó, allí mismo en la línea de los malditos.Pero tuvieron que haber algunos muchachos con cintas que entraron secretamente, para el bien de la simiente predestinada. Fueron a su casa y tocaron algunas cintas. Ella convirtió su—su propia casa en una iglesia, para recibir el Mensaje. Saben, aún existen.

La Señal (63-0901M)

El equipo de muchachos de las cintas de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, viaja a la provincia Cabo del Norte y a los “Jericós” de su país. La misión es presentar la Voz de Dios, con la esperanza de hallar otra Rahab que aceptará la Señal en su casa.

El Hermano Keith Herne, administrador de la oficina de VGR de Ciudad del Cabo, nos envió el siguiente informe:

BROADLANDS PARK

Mientras pusimos a sonar el Mensaje en una obra misionera al aire libre en Broadlands Park, un joven (Raven), quien se dirigía a un negocio de drogas enfrente, nos abordó y confesó sus pecados. Le hablamos, oramos con él y le entregamos un libro de la Palabra Hablada, que incluía información de contacto. Él decidió evitar el negocio de drogas.

Muchos se acercaron para pedir oración, como muestran las imágenes. Mientras recogíamos, tres personas nos abordaron: un hombre en silla de ruedas y dos mujeres. El hombre confesó la hipocresía que cometió al recibir la Comunión solo para beber el vino. Las otras dos señoras confesaron que iban rumbo al shebeen (cantina). Nos invitaron a tocar el Mensaje en sus casas.

La semana siguiente los visitamos. Mi familia me ayudó con algunos cantos. La primera señora quería oír el Mensaje a diario en su casa, así que le dimos seis mensajes en audio.

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VIVIENDAS KRAAIFONTEIN

Retomamos la obra. La señora a quien entregamos un libro de la Palabra Hablada nos recibió en su vivienda y testificó del efecto que el Mensaje ha producido en ella. Nos pidió otro libro. Planeamos llevar a cabo una reunión de cintas a puertas abiertas en su residencia. Dios también conmovió a muchas otras personas que sufren de alcoholismo.

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UPINGTON

Continuamos esa obra con Elizabeth, quien manifestó su deseo de seguir el Mensaje. El video muestra una reunión de cinta muy sencilla que efectuamos en su casa. Ha permanecido escuchando y estudiando el Mensaje.

Visitamos el hospital distrital y presentamos el Mensaje a algunas personas mediante la Tableta Agapao. Agradezco mucho al Hermano Joseph por esta herramienta misionera.

También conocí al directivo financiero del hospital, a quien presentamos themessage.com por medio de una tarjeta de memoria. Él ahora está comunicándose conmigo en WhatsApp, pues está interesado. Nos reencontraremos cuando regrese.

Quería quedarme dos días en Askham, una zona rural (a 200 km de Upington). Sin embargo, por dificultades de transporte, no pude. Esperamos viajar allí antes de fin de año.

Coco, un congolés que está casado y se desempeña en Upington como peluquero y negociante, desea saber más del Mensaje. Planeo colocar el Mensaje en una reunión de puertas abiertas en su casa al menos cada dos semanas. La próxima vez tocaremos las cintas en francés en el centro financiero, habitado principalmente por congoleses.

Aspiro a alcanzar muchos lugares de la provincia Cabo del Norte, donde nunca se ha escuchado este Mensaje, pero creo que Dios nos abrirá el camino.

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