Me gustaría relatarles un breve testimonio y agradecer a Dios por mi sanidad. Todo comenzó en mayo del 2016, cuando contraje neumonía (infección pulmonar). Fui al hospital y me sometí a tratamientos, pero fue en vano, así que sabía que Dios era mi única esperanza y comencé a orar, pidiéndole a Dios que me curara de esa dolencia.
Tardó unos meses, hasta que en marzo del 2017 nuestra iglesia recibió paños de parte de VGR. Nuestro pastor los repartió entre todos los enfermos necesitados. Entonces, empecé a orar tres veces al día y me coloqué el paño en el pecho a diario. Cuanto más oraba, más empeoraba, hasta que una mañana me desperté con una salud excelente. Jamás me volvieron los síntomas. Gloria al Señor Jesucristo por sanarme.
Dios los bendiga a todos,
El Hermano Isaac Paulo Mabiala
Angola