04/10/2017
Ponerlo por obra

Y si quieren uno y en este momento no lo necesitan, pídanlo, consíganlo, guárdenlo en su Biblia en—en Hechos, capítulo 19. Les diré qué hacer con él. Y entonces guárdelo allí. Si el bebé se despierta enfermo una noche o alguien se lastima, saque ese paño y póngaselo, y vea qué pasa. Solo crean. ¿Ven? Y esa será su señal.

Jehovah-Jireh (61-0226)

Diariamente ustedes pueden ir a la iglesia, escuchar al profeta de Dios y conocer cada promesa que se le impartió al creyente; pero, si no lo ponemos por obra, seremos profesantes sin posesión.

A principios de este año, en las reuniones especiales de los Siete Sellos en el Tabernáculo Branham, el Hermano Joseph llevó cajas de pañuelos al servicio, pues sabía que el Hermano Branham oraría por estos durante la cinta. Al concluir el servicio, los diáconos los repartieron entre la congregación. Hechos 19 aún es verídico, pues hemos recibido testimonio tras testimonio de los milagros que ha obrado el Señor por medio de esos pañuelos. El siguiente es uno de esos testimonios:

Quería testificar del poder de sanidad del Señor. Durante la serie de reuniones de los Siete Sellos, nos dieron paños de oración por los que el Hermano Branham había orado al principio del servicio. Para demostrar la unción que tienen estas cintas: el siguiente fin de semana necesité el paño de oración y el Señor me sanó.

Veinte minutos antes de empezar el Tiempo a Solas, me desperté con un dolor interno insoportable. Era tan terrible que me produjo náuseas y hasta intenté vomitar con la esperanza de que se aliviara.

Me acordé del paño, me lo puse en la zona dolorida y oré.

Entonces, sentí que el dolor disminuyó lentamente y antes de que concluyera el Tiempo a Solas, el dolor insoportable se calmó. Aún tenía una molestia leve, pero sabía que el Señor me había sanado.

Pude ir a la iglesia ese día y el siguiente. Entretanto, ¡el dolor se desvaneció por completo!

¡Gloria a Dios!

Esther

Estados Unidos