Quería testificar del poder de sanidad del Señor. Durante la serie de reuniones de los Siete Sellos, nos dieron paños de oración por los que el Hermano Branham había orado al principio del servicio. Para demostrar la unción que tienen estas cintas: el siguiente fin de semana necesité el paño de oración y el Señor me sanó.
Veinte minutos antes de empezar el Tiempo a Solas, me desperté con un dolor interno insoportable. Era tan terrible que me produjo náuseas y hasta intenté vomitar con la esperanza de que se aliviara.
Me acordé del paño, me lo puse en la zona dolorida y oré.
Entonces, sentí que el dolor disminuyó lentamente y antes de que concluyera el Tiempo a Solas, el dolor insoportable se calmó. Aún tenía una molestia leve, pero sabía que el Señor me había sanado.
Pude ir a la iglesia ese día y el siguiente. Entretanto, ¡el dolor se desvaneció por completo!
¡Gloria a Dios!
Esther
Estados Unidos