El siguiente artículo fue publicado originalmente el 31/10/2016.

Hoy es Halloween. Esta tarde, las calles de los Estados Unidos (como en muchos otros países) se llenan de niños vestidos en disfraces fantasmales, yendo de puerta a puerta pidiendo dulces. Y no es solo para los niños; fiestas inmorales con disfraces impúdicos abundan en esta fecha del año. No obstante, así el 31 de octubre parezca una horripilante conmemoración de comunión con los muertos —como la mayoría de las cosas en los últimos 2.000 años, la iglesia católica desempeñó un papel importante en desarrollar este día festivo— esta fecha también debe tener un lugar especial en nuestros corazones. Primeramente, un poco de la historia del origen del Halloween.

Las raíces del Halloween vienen de prácticas paganas bastante inquietantes. Al mismo tiempo que Jesús estuvo en la tierra, los celtas dominaron lo que hoy se conoce como Irlanda, el Reino Unido y el Norte de Francia. Ellos celebraban el Año Nuevo el primero de noviembre, pero la noche previa al Año Nuevo, ellos creían que la línea entre los vivientes y los muertos se tornaba algo borrosa. Sacerdotes célticas o druidas, pensaban que esta noche en particular les permitía comunicarse fácilmente con los muertos y mirar al futuro para predecir o adivinar eventos futuros.

Para ocultarse y armonizar con los espíritus malignos que abundaban en las calles esta noche, los druidas se encubrían bajo pieles de animales, cráneos, huesos y lo que pudieran encontrar que se pareciera a los espíritus con los que buscaban comunicarse. Ustedes podrán observar que los disfraces aún se relacionan con la muerte.

Para el año 43 d.C, el imperio romano gobernaba las tierras anteriormente celtas. Los romanos combinaron dos de sus propias festividades (la celebración de la diosa romana de la fruta y la conmemoración del día de los muertos) con la tradición celta de la adivinación (ya mencionada). El mezclar estas celebraciones fue una gran estrategia política de los romanos. Como sabemos de Balaam, Constantino y muchos otros, el diablo ha usado magistralmente ese espíritu de mezclar a través de la historia.

¿Suena extraño hasta el momento? Esto empeora cuando se involucra la iglesia católica.

Cientos de años después, en la forma católica tan usual de mezclar la idolatría con el Cristianismo, El Día de los Santos fue establecido y pareció encajar perfectamente con la celebración druida de los muertos. El día santo se concretó para el primero de noviembre, el Año Nuevo céltico. Conforme a la iglesia, El Día de Todos los Santos o Halloween, es una celebración a todos aquellos que han logrado “la visión beatífica del Cielo”; esencialmente, honra aquellos que han muerto y partido al Cielo. En ciertas culturas, las personas van a los cementerios a estar con las almas de los que han partido, les edifican altares privados con las comidas y bebidas favoritas, como también fotografías y recordatorios de aquellos que han partido. La intención es atraer la visita de esas almas, así estas escucharán las oraciones y comentarios de los vivientes dirigidas a ellas. El primero de noviembre es considerado un día de obligación, expresando que todo católico debe asistir a la misa. La celebración druida/pagana ya mencionada, caía en la víspera del Día de Todos los Santos, por lo cual se llama Hallows Eve, conocida también como Halloween. Y… empeora (no se preocupen, al concluir el artículo mejora).

Siguiendo ese espíritu de la iglesia católica de estar políticamente correcto, de incluirlos a todos, le incorporaron otro día festivo, el 2 de noviembre. El Día de Todas Las Almas, honrando a todos los que han muerto, así hayan alcanzado el Cielo o no. Ese “no” es la parte preocupante, pero no entraremos a eso en este artículo. Reiterando, aun en algunas celebraciones religiosas, las personas se visten como los muertos, queriendo ofrecer un recibimiento a los espíritus de aquellos que han partido. Este es el Día oficial de los Muertos y generalmente el último día de la celebración.

Eso concluye lo que tal vez sea la práctica más extraña llevada a cabo durante tres días por cualquier religión del mundo: el día católico de los Días Santos de los Muertos. Todo comienza hoy con Halloween.

Aquí ese ceño fruncido desaparece y la sonrisa aparece. ¿Sabían Uds. que el 31 de octubre igualmente puede ser considerado uno de los días más conmemorativos de la historia Cristiana? Es algo a lo que la iglesia católica raramente hace referencia, prefiriendo promover disfraces malignos y adoración a los muertos. Hoy se lleva a cabo un pequeño día festivo, originado el 31 de octubre de 1517, que involucra una iglesia en Alemania, irónicamente llamado La Iglesia de Todos los Santos. Si han leído el libro de Las Edades de la Iglesia, entonces la conocen como la Iglesia del Castillo.

¡Este fue el día en que MARTÍN LUTERO CLAVÓ SUS 95 TESIS A LA PUERTA DE LA IGLESIA DEL CASTILO EN WITTENBERG, ALEMANIA, Y DIO INICIO A LA REFORMA CRISTIANA! La edad de la iglesia de sardis comenzó exactamente hace 499 años, ¡hoy! ¡Sí, la iglesia católica prefiere honrar cualquier cosa, incluyendo fantasmas y esqueletos que eso!

Por tanto, mientras el mundo está celebrando esqueletos y vampiros, nosotros podemos celebrar el comienzo de una reforma que cambió al mundo.

Si gustan leer un poco más acerca de Halloween, Young Foundations publicó un artículo en este enlace: Halloween: un mito o la Verdad