02/11/2015
Su mano poderosa

1 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.

3 El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.

4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.

5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,

6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.

7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.

8 Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos.

9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.

Salmos 91:1-16

Este testimonio nos fue enviado por un hermano que quiere glorificar al Señor por protegerlo de un accidente que seguramente pudo tener un resultado fatal.

Me desempeño como electricista en un campo petrolífero, oficio que lo obliga a uno a esforzarse al máximo. Trabajo 16 horas diarias. Era necesario dejar inactivo el equipo de perforación por motivos de reparación para reemplazar un módulo de 600 voltios de un centro de control de motores. He hecho esto miles de veces; pero, en esta ocasión, tenía que darme prisa para no exceder los 30 minutos, de manera que el equipo de perforación no tuviera que llevar registro, bloquearse o permanecer en periodo de inactividad.

El módulo que estaba cambiando era la fuente principal de electricidad de la sección de 600 voltios del centro de control de motores y estaba en potencia inversa. Apagué el transformador y le desconecté los cables trifásicos; pero el transformador aún tenía energía (seguía transmitiendo corriente), debido a que estaba en potencia inversa; entonces, ¡emitió una descarga eléctrica que estalló en mi rostro!

El calor desprendido por el arco eléctrico puede causar quemaduras graves, aun estando a varios metros de distancia. Puede alcanzar temperaturas de 20.000 K o ¡cuatro veces la temperatura de la superficie del Sol! Y este arco eléctrico de 600 voltios se formó a menos de 40 centímetros de mi rostro, sin yo estar protegido con gafas de seguridad o un traje a prueba de arcos eléctricos (equipo de protección para el rostro y el cuerpo).

Perdí la vista por completo durante 30 segundos; pero la recuperé en su totalidad. ¡Gracias al Señor! ¡Ni siquiera me quedó un rasguño! Para trabajar con un equipo de perforación es necesario usar ropa resistente a las llamas. El único rastro del accidente fue unos agujeros que se hicieron en mi camiseta, ¡causados por los trozos de metal que la quemaron al atravesar mi chaqueta!

¡Estoy muy agradecido por tener un Dios que está tan pendiente de nosotros que hasta manda a Sus Ángeles a cuidar al más insignificante de Su Reino!

El Hermano Stefan Wood