¡Qué título! Nuestros corazones arden dentro de nosotros al pensar en lo que el Señor Jesús le tiene reservado a Su Novia. Estamos ansiosos por escuchar hoy con todos ustedes este maravilloso mensaje.
Y vemos que, por representación falsa de esta Palabra (Satanás representándosela falsamente a Eva, causándole que dudara una Palabra), arrojó a toda la raza humana en el caos de la caída; ¡sólo una Palabra!
Yo estoy agradecido con Dios, porque estoy viviendo en este tiempo de las escenas concluyentes de la historia de este mundo. No sé; si yo hubiera podido escoger antes de la fundación del mundo, y Dios me hubiera presentado todo el programa, y me hubiera dicho: “Yo—Yo quiero que tú prediques; y ahora, ¿en qué edad deseas ir a la tierra a predicar?”. Yo hubiera escogido esta edad, pues considero que ésta es la edad dorada.
Siempre, si Uds. observan, miren la condición y la conducta de las mujeres, y verán por dónde va la iglesia.
Pero observen, cuando la Novia espiritual, cuando Ella empiece a tener un avivamiento, cuando Ella comience a regresar y a alinearse con la Palabra de Dios. Vuelvan entonces a observar (¿ven?), cómo es que las Escrituras, en ese tiempo, habrá un Mensaje que saldrá rápidamente para tomar a esa Novia, tomar a esa Mujer, la Elegida.
Uds. eran hijos e hijas de Dios, porque Uds. solamente son la manifestación física de los atributos que estaban en Dios en el principio. Porque, solamente hay una forma de Vida Eterna, y ésa eran Uds., antes. Uds. no saben nada de eso, ni tampoco lo sabían cuando estaban en su padre terrenal; pero igual Uds. son manifestados en Su imagen. Uds. están hechos a la imagen de Dios, y fueron manifestados para la gloria y el compañerismo de Dios.
Para que permanezca virgen a la Palabra, como una mujer debe permanecer virtuosa para su marido. Es una encomienda sagrada: de honrar la Palabra de Su Señor sobre todo credo hecho por el hombre, sabiduría, denominación que exista. A la Iglesia le ha sido confiado eso.
La demencia completa y total en la que entrará este mundo, de forma inmediata, casi está allí ahora.
Miren sólo por unos minutos, Uds. allá en el Tabernáculo Branham; Uds. en los tabernáculos en la Costa Occidental, y en Arizona, y en todas partes donde se encuentren. Examínense por unos minutos. Uds. dicen: “Ese Mensaje que Ud. está predicando, Hermano Branham, está errado”. Examínense Uds. mismos por un momento. Permitan que el Espíritu Santo les escudriñe la mente con la Palabra, y Uds. estarán de acuerdo con el Mensaje.
Entonces, la Novia siempre es parte del Novio, así que la Novia no será una denominación; tendrá que ser la Palabra, manifestada, para que sea la Novia de Cristo.
La Novia sabe dónde está parada; se compone de muy pocos. No habrá muchos salvos; sólo muy, muy, muy pocos.
¿Cómo se hace? En el Libro de Dios (el Mar del Olvido), su libro viejo y matrimonio han sido divorciados y han muerto, y ni siquiera están en la memoria de Dios. Amén. Ud. está justificado. “Justificados, pues”. Era una acusación. Ud. fue acusado. En primer lugar, Ud. no lo hizo.
El Verbo, la parte que Ud. debe desempeñar, estaba en Dios antes de la fundación del mundo. Él lo vio a Ud. Él lo conoció; lo predestinó a Ud. para eso. Déjenme decirles, como esa águila reconoció esa voz, así también un—un verdadero Cristiano nacido de nuevo reconoce la Voz de Dios hablando por la Palabra, cuando la ven ungida y vindicada.
Como acabo de decir del aguilucho, cuando oyó la Voz del Novio, fue a Ella, a la Palabra de Dios, ungida, vindicada, para el día postrero.
¿Dónde estará parado? Estoy tratando de decirles: apártense de esas cáscaras. Y salgan aquí al trigo, donde podrán madurar delante del Hijo. Puedo oír la trilladora que llega. Uds. están completos, justificados, como si en realidad nunca lo hubieran hecho. ¡Aleluya! ¡Hábleme de un día de acción de gracias! Me siento muy bien. Estoy más agradecido por eso que por cualquier otra cosa que conozco. Uds. son la Novia pura, virtuosa, sin pecado, del Hijo del Dios viviente. Cada hombre y mujer que nace del Espíritu de Dios, y que es lavado en la Sangre de Jesucristo, y que cree toda Palabra de Dios, está como si desde un principio no hubiera pecado; Ud. es perfecto. ¡La Sangre de Jesucristo! Cómo puede Ud... . Si un hombre... Estamos cerca de la Venida de Jesús, para que se una con Su Iglesia, en donde la Palabra llega a ser la Palabra. ¡El llamado del Espíritu Santo, escudriñando los corazones!
Lo que Uds. sean, son siervos de Dios; lo que Dios quiera que hagan, es la posición de Uds. “Dios constituyó en la Iglesia, a unos, apóstoles, profetas, maestros, pastores...”. Él constituyó eso por virtud de Su propia predestinación. Y desde un principio, ya Uds. eran eso.
Ellos estaban dispuestos a tomar la palabra de Balaam en cuanto a Eso: “Todos somos iguales, así que asociémonos”.
“¡Sepárese Ud.!” dice la Biblia, “de incredulidad”.
Jehová Dios, Elohim, parado allí en carne humana, mostrando que Él así ungiría a Su Iglesia en los postreros días. Sería Dios obrando de nuevo en carne humana.
Si Ud. es un Cristiano nacido de nuevo, ese pequeño germen que fue predestinado en Ud., es Palabra edificando sobre Palabra, sobre Palabra, sobre Palabra, sobre Palabra, hasta que llega a la estatura completa de Cristo, correcto, para que Él pueda venir por Su Novia. Ahora sólo estamos listos para una cosa, ésa es la Venida del Señor.
¡Después que todo había sido preparado para el evento! Eso es lo que está sucediendo en estos momentos. Todo está siendo preparado para el evento, una Iglesia siendo sacada por amor de Su Nombre, sacando a Su Novia de entre el mundo (estas denominaciones) y de todo el mundo, y de la inmundicia y las cosas del mundo.
La Palabra promete Esto: “Acontecerá, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible: he aquí, Yo os envió el profeta Elías. Él hará volver los corazones de los hijos hacia los padres”...?... “Y acontecerá, en los postreros días, que Yo derramaré Mi Espíritu desde lo alto”. “La lluvia temprana y tardía vendrán juntas en los últimos días”. Todas estas promesas a través de las Escrituras, han sido dadas. Tenemos la mirada puesta arriba. Observándolo, la Novia verdadera, por toda la nación en esta hora, con la mirada puesta arriba. Iglesia: Él viene, uno de estos días. Tan cierto como vino la primera vez, Él viene otra vez. Tengan todo listo. Sepárense de la cáscara. Pónganse delante del Hijo. Mantengan la mirada puesta arriba; estén bajo expectativa.