Jesús vino , hizo las señales del Mesías, probó que Él era el Mesías. Después de irse, Él Mismo se transfirió a la gloria, envió de vuelta al Espíritu Santo y ungió a los apóstoles. Ellos salieron haciendo las mismas señales que Él hizo. Ellos tenían el poder del Señor. Ellos hablaron en lenguas; gritaron. Hubo un viento recio que los llenó. Y salieron con tal celo que pusieron a arder las ciudades con el Espíritu Santo. Y ¿qué hicieron aquellos? Se burlaron de ellos. Se rieron de ellos. Es cierto. Jesús dijo: "Uds. hablan de Mí, Yo los perdono. Pero cuando venga el Espíritu Santo, una palabra en contra de Él jamás será perdonada". Y ellos sellaron su destino eterno cuando se burlaron de la gente que estaba llena con el Espíritu Santo.