02/11/2017
La simplicidad

Recibimos este testimonio de una familia que atestiguó que Dios provee en el momento oportuno:

Mi esposo y yo llevamos diez años de matrimonio y, al igual que muchas parejas, hemos pasado por apuros económicos.

Sin embargo, algo que hemos aprendido es que nunca hay que preocuparse, pues el Señor SIEMPRE provee. Procuramos pagar nuestros diezmos apenas mi esposo recibe el salario y nunca lo posponemos, ya que el diablo siempre se encarga de que surjan gastos imprevistos.

Hemos aprendido que cuando honramos al Señor, Él siempre cuida de nosotros. En muchos aprietos, hemos recibido algún reembolso u otro ingreso inesperado. Me gustaría compartirles una experiencia similar que vivimos hace poco.

Nuestro vehículo familiar lleva los últimos meses traqueteando y con la marcha un poco áspera. Finalmente acudimos al mecánico y cuando le entregamos el vehículo nos informó que nos costaría aproximadamente treinta dólares, pues a lo mejor solo necesitaba mantenimiento. Sin embargo, luego llamó para explicar la falla y que el costo de reparación sería casi de mil dólares. ¡Vaya!

Mi esposo decidió comprar las piezas y apartar tiempo para repararlo por sí mismo. Después de profundizar en el problema, averiguar los precios de las piezas y consultar con otros mecánicos, mi esposo encontró otro mecánico que le cobraría quinientos dólares por el arreglo. Consideramos que era la mejor opción y agradecimos que la cuenta se reduciría a la mitad, pero, aun así, se trataba de una gran cantidad de dinero que nos haría mucha falta para otros gastos.

Un día antes de que mi esposo llevara el vehículo, recibí un cheque de reembolso en el correo de parte de un hospital donde le hicieron unos exámenes a mi hijo hacía unos meses.

El cheque correspondía a 497,27 USD, de lo cual sobró 1,95 USD tras la cuenta del mecánico. ¡El tiempo del Señor es PERFECTO y hasta nos provee de más! ¡Agradecemos que Él siempre nos ayuda en los detalles insignificantes y también en los asuntos importantes!

Dios los bendiga,

La Hermana Gabrielle