14/10/2016
Su protección

He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

Lucas 10:19

Recibimos este testimonio de parte de una hermana que le encomendó la seguridad de su familia al Señor. Por nueve meses convivieron con una plaga de escorpiones venenosos y el Señor los protegió a diario. Esta es su acción de gracias por su experiencia.

Viví casi por nueve meses en una casa que estaba tan infestada de escorpiones que el control de plagas tuvo que venir a fumigar las canales y los desagües de toda la comunidad. En las primeras semanas, matamos más de cien. Sellamos la casa y fumigamos constantemente. Dormíamos con lámparas de luz negra y linternas. Colocamos jarras bajo las patas de las cunas para que no se subieran a los colchones y además sellamos todos los enchufes y los plafones; pero aun así lograban entrar.

Como varias veces estuvieron a punto de picarnos, oré fervientemente a Dios para que nos protegiera. Fue una experiencia horrible, pero el Señor fue tan bondadoso con nosotros que de alguna manera nos resguardó a todos de las picaduras. En esa época tenía tres bebés, por lo que me angustiaba su seguridad. Cuando íbamos a mudarnos, nos dimos cuenta de lo mucho que Dios nos cuidó, pues encontramos varios escorpiones muertos debajo de las sillas, los armarios y otros lugares que frecuentábamos cada noche.

Nos trasladamos de la casa sin que picaran a nadie.

Gloria a Dios por su protección.

La Hermana Angelese