07/11/2017
El oasis de Elim

En los hermosos parajes rurales de la provincia de Limpopo, ubicada en el extremo norte de Sudáfrica, se halla una pequeña aldea llamada Elim (que significa ‘lugar de Dios’).

Elim se destaca por su hospital, donde misioneros han trabajado durante más de un siglo, y en la actualidad alberga un pequeño museo que conmemora la obra que desempeñaron los médicos y los misioneros suizos en Sudáfrica.

En este pueblo viven miembros de la Novia de Dios, sedientos del Agua Viviente. A continuación leerán el informe del Hermano Steven Young, administrador de la oficina de VGR de Durban, donde nos relata los viajes en los que llevó el Agua a aquel oasis llamado Elim.

La última vez que viajé para encontrarme con los traductores de la provincia sudafricana de Limpopo, gocé del privilegio de visitar a la congregación de una aldea llamada Elim.

Indagué sobre el nombre de la aldea, ya que me recordó una escritura, y esto fue lo que encontré: el nombre Elim corresponde a un oasis de ensueño en el desierto, que contaba con doce fuentes de aguas y setenta palmeras; allí acamparon los Israelitas tras el incidente de las aguas amargas de Mara, habiendo cruzado el mar Rojo (Éxodo 15, 27; 16, 1 y Números 33, 9-10).

Descubrí una iglesia humilde en Elim que desplegaba muchas de estas características. Brinda un oasis del Mensaje de la hora. Es un lugar donde los aldeanos y los hablantes de songa pueden beber del Agua Inagotable de la Roca, gracias a un equipo de traductores dedicados que se esfuerzan con constancia por mejorar sus habilidades y poner este Recurso Vivificante a la disposición de los hablantes de songa.

En cuanto entré a la humilde edificación, me sentí muy a gusto con los santos. Sus cantos y adoración eran sinceros y entonaban sus voces al unísono.

El Hermano Isaiah Mashele, uno de nuestros traductores al songa, se encarga del compañerismo de la aldea. Él le dio la bienvenida al ministro invitado y también a mí (el Hermano Steven Young de la oficina de VGR de Durban), durante mi estadía en el pueblo para hablar sobre la obra de traducción.

Gocé de la oportunidad de saludar a los santos y aproveché la ocasión para expresarles lo mucho que los ama VGR. Mi corazón se vio bendecido al ver que en la iglesia no escaseaban libros ni MP3 en songa. El Alimento Almacenado llegó a los santos de esta aldea remota y tienen de qué alimentarse. Alentamos a los santos a permanecer con la Palabra tal como la impartió el mensajero.

Confío en que estas fotografías y videos reflejen la experiencia conmovedora que viví en mi visita al oasis de Elim.

Dios los bendiga,

El Hermano Steven Young

Oficina de VGR de Durban, Sudáfrica

Fotografías

Haga clic en las imágenes para verlas en tamaño completo