29/10/2015
Testigo

Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

1 Pedro 3:15

Podemos testificar con un cartel, una valla, un tratado, nuestras palabras o hasta el testigo más poderoso: nuestra vida diaria. Pero nosotros, los creyentes, tenemos la responsabilidad de contarle al mundo sobre el gozo que habita en nuestro corazón.

El siguiente es un testimonio de unos hermanos de Quebec que captaron la visión:

Hermanos y hermanas:

Había muchos Cristianos que no sabían cómo testificar.

Podemos contar este testimonio gracias al testimonio inspirado que compartió la Hermana Yadira, de Los Ángeles. Luego de leerlo en el sitio web el 31 de agosto del 2015, nuestro corazón entró en acción.

Entonces, empezamos a colocar carteles de testificar en postes y en un paradero de autobús. Miren los resultados:

Queremos agradecerle a la Hermana Yadira por compartirnos su testimonio. Su lucecita está brillando aquí, en Quebec, Canadá. Queremos que usted y todos los creyentes que viven en California, sepan que nosotros estamos orando para que les sea revelado cuándo deben partir de allí.

Dios los bendiga a todos. También oramos por la Novia de Cristo de todo el mundo.

Los Hermanos Aristide y John

Quebec, Canadá