26/10/2015
Cartas de prisioneros

En el tercer trimestre de este año, enviamos a presos de Estados Unidos un total de 16.819 libros del Mensaje: 11.633 en inglés, 3.546 en español, 148 en coreano y unos cuantos en muchos otros idiomas.

El primer libro más solicitado fue Las siete edades de la Iglesia; el segundo, el libro de los Sellos; y el tercero, Cristo es el misterio de Dios revelado (63-0728). Los estados adonde más enviamos material fueron, primero, Arkansas; segundo, Texas; y tercero, Arizona.

Los siguientes son extractos de cartas que recibimos recientemente de nuestro ministerio en las prisiones:

Tengo 65 años y he estado aquí desde que tenía 50 años. Eso hace un tiempo y conozco el movimiento aquí. Yo era un abogado, así que conocía algunas cosas. Hace como un mes, estuve leyendo constantemente y solicité más libros. El guardia estaba vigilándome mientras caminaba por el pasillo esposado por la espalda y entonces pasó el carrito de libros. Pregunté: “¿Solo uno por favor?”, y el guardia contestó: “Está bien, solo uno”.

Se rio un poco y me dijo: “Ya sabes que no te puedo quitar las esposas”. Por lo tanto, me dirigí al carrito de espaldas, cogí el primer libro que cayó en mis manos y seguimos por nuestro camino. Finalmente, regresé a mi celda y me quitaron las esposas, así que pude ver cuál era el libro: Un hombre enviado de Dios, muy interesante. Sabía de Gordon Lindsay, pero no de William Branham. Bueno, como ya dije, soy un lector, así que pensé que solo me llevaría unas horas. ¿Saben? Tardé un mes en leerlo todo. Cuando empezaba a leerlo, los ojos se me llenaban de lágrimas tanto que tenía que parar. Cuando empezaba a leer la Biblia, me pasaba lo mismo. Alternaba el uno con el otro hasta que no distinguía cuál estaba leyendo. Ambos son la vida de Cristo. Hermanos, a los 65 años se me presenta esto; ¡qué Espíritu! Parecía que la celda se estremecía; jamás había sentido algo así en toda mi vida. No tengo la menor idea de quiénes son ustedes; pero, por favor, envíenme más. ¡Esto es vida!

Oregón

Esto es lo único que puedo hacer para expresarles mi gratitud. He vivido un año muy esclarecedor. Sin la ayuda que me prestaron al proveerme las palabras verdaderas del profeta de Dios, no habría descubierto las respuestas, hallado la paz y logrado llegar al lugar que buscan las almas perplejas, desconcertadas y completamente perdidas. Todo lo que recibo lo valoro, lo estudio y lo aprecio de todo corazón. Son las piedras edificadas sobre la roca sólida.

Colorado

Es un gran honor escribirles. Llevo unos años leyendo los libros del Hermano Branham y ahora soy creyente. Ya encontré su dirección y, aunque no lo merezco, les pido que me envíen más libros del Evangelio.

Sudáfrica

En alguna parte escuché que los regalos de Dios llegan en el momento apropiado. Acabo de leer todo el libro Hebreos, del reverendo Branham, ¡en el momento apropiado para mí! ¿Puedo conseguir más escritos de este precioso hombre de Dios?

Alabama

Les pido perdón. Verán, yo amo este Mensaje de Dios; pero me falta ser convertido. Lo sé porque hace unos meses decaí muy gravemente: estaba enfadado por todo, hasta empecé a golpear las paredes y me enloquecí. Me deshice de todos mis libros; ya no quería saber más del tema. Pasados unos días, me sentí algo mejor y entonces me sobrevino algo que me destrozó por dentro. Me sentía físicamente enfermo. Había negado a Dios y Su mensajero; oh, cuánto lloré. Le pedí a otro preso que me prestara un libro, el que fuera, para pasar la noche. Me entregó su libro de Las siete edades. Les digo, con solo sostenerlo volví a sentirme mejor. Dormí con el libro para que los demonios de la noche se alejaran. Como era de esperarse, al siguiente día me pidió que se lo devolviera, así que debía hacer algo al respecto. Me dirigí a la capilla a implorar perdón. Ahora les escribo para que ustedes me perdonen y para que me envíen de nuevo los libros, si les parece bien.

Texas

Quiero agradecer y decir: “Dios los bendiga” a cada uno. En cuanto me sometieron a prisión conocí un grupo pequeño de hermanos que eran diferentes a los demás. Aprendí acerca del profeta y Su Mensaje. Aprendí de una nueva manera de vivir. Su Santo Espíritu me lavó por dentro y por fuera, fui bautizado en el glorioso Nombre de Jesucristo y ahora soy una nueva creatura. Al pasar los años, estudié el Mensaje y nuestro grupo se fortaleció en la Palabra. Ya no había barrotes que nos estorbaran. Puedo afirmar que no siempre fue fácil la situación, pero teníamos la Promesa. Le agradezco sinceramente a Dios por este Mensaje y por todo el esfuerzo que se ha dedicado para suministrarlo a los presos. Jamás vayan a pensar que este Trabajo es en vano. No logro imaginar cómo sería vivir en prisión sin esperanza. Y sin este Mensaje no hay esperanza.

Maryland

Es fácil reconocer a alguien que se preocupa por las personas; obran conforme a sus palabras. Les expreso mis agradecimientos de todo corazón por el material tan escritural que me enviaron; son las verdaderas Palabras de Dios. Me rendí a Dios hace tres años; pero, antes de recibir su material, estuve constantemente en busca de la Verdad. Sabía que debía existir. Por favor, recuérdenme en oración y sigan enviándome material. Cuando llegué aquí padecía de cáncer de pulmón y había perdido la esperanza. Después de que Dios me halló, unos presos ofrecieron imponerme las manos. Nunca había oído tal cosa. Oraron por mí y seis meses después, en el control anual, me anunciaron que ya no tenía cáncer; no se trataba de una remisión, sino de una desaparición total. Dios es real.

Tennessee

Somos seis los que estamos aquí. No sé por dónde empezar a contarles lo que significan estos libros para todos nosotros. El límite de libros que podemos recibir al mes es de cuatro. Dividimos la lista de libros y decidimos que uno de nosotros enviaría un pedido cada semana. Así podemos recibir libros semanalmente. Qué asombroso es la claridad y la comprensión que el Hermano Branham trajo a la Palabra de Dios. Gracias por proveernos esto.

California

A todos los que hayan contribuido a esta obra quiero decirles: “Dios los bendiga”. Me refiero a la obra en general; no solo a la de las prisiones. Oro para que este Mensaje surta efecto en todo aquel con quien haga contacto tal y como ocurrió conmigo. Me pararé ante cualquiera para declararle que Estas son las verdaderas Palabras de Dios y ¡que lo transformarán!

Texas

Llevo solo una hora leyendo el libro de Las siete edades. Hermanos, he recibido las respuestas de una cantidad de preguntas, hasta de algunas que ni siquiera sabía que tenía. Con esto he aprendido más en una hora que con todo lo que leído, las iglesias, los folletos y los capellanes, de lo que he sabido en mi vida. Le agradezco a Dios por Su misericordia al entregarme la Verdad.

Oregón

Un anciano de la sección donde estoy me ofreció un libro sobre el misterio de Dios. ¡Qué enseñanza tan poderosa y qué hombre tan ungido! También me ofreció un formulario de pedido y me mostró los muchos libros que ustedes regalan a los prisioneros. Al principio no le creí, pero él me ayudó a escoger unos libros y a enviar la solicitud. Luego me pidió que orara con él por su ministerio, puesto que es muy importante. No sé cómo llevan a cabo esta obra, pero sabemos que prospera solo por el Espíritu Santo. Oramos por ustedes a diario.

Texas

Quería darles las gracias por mostrarme cómo abrirle mi corazón al Señor Jesucristo. ¡Qué bendición!

Maryland

Agradezco el amor con que nos envían estos Mensajes. Con solo un libro del Mensaje, ahora sé más sobre el Señor Jesucristo que en toda mi vida.

Georgia