Mi esposo y yo queríamos contarles lo maravilloso que Dios ha sido con nosotros. Él siempre está dispuesto a ayudarnos, pero en ocasiones es tan evidente y extraordinario que quedamos atónitos al ver el enfoque tan sencillo que Dios le da.
Luego de vivir 37 años en el mismo domicilio, decidimos mudarnos de una granja a la ciudad. Nuestra familia está formada por 7 hijos, 16 nietos y 3 bisnietos; por tanto, el establo se convirtió en la bodega de nuestros familiares y nuestras amistades. Bueno, el día de partir llegó. Después de empacar y organizar todo por tres meses, llegó el día de partir y me encontraba muy alterado y frustrado. Llamé a Dawnie (una de los nuevos propietarios) para comentarle que aún me quedaba mucho por desocupar; me sentía muy alterado. Ella contestó que no debíamos preocuparnos, pues todo saldría bien.
Lo que necesitaba era la oración, así que le pedí a Dios que por favor enviara a alguien que nos ayudara a trasladar todo eso. No teníamos idea de cómo conseguir ayuda o a quién pedírsela. Parecía completamente imposible, pero sabíamos que Dios puede hacer lo que sea. Nos quedaba una hora para partir y nos dábamos prisa para empacar cuanto pudiéramos; entonces, llegaron Dawnie y Ben, los nuevos propietarios, y dijeron: “No se preocupen, vamos a descargar nuestras pertenecías en el césped y las cubriremos con una lona; luego, cargaremos todas las suyas en el camión que alquilamos y las llevaremos a la ciudad antes de devolverlo”.
El viaje desde la granja hasta la ciudad tarda una hora, así que les tomó un par de horas cargar las cosas y moverlas. Cuando intentamos pagarles por todo el tiempo que emplearon y ayudarles con el alquiler del camión, se negaron a aceptarlo y dijeron que ni siquiera lo contemplarían. Aparte de eso, nos permitieron regresar a recoger otras pertenecías que no pudimos llevar y Dawnie hasta hizo dos o tres viajes en su carro para transportar lo demás a la cuidad. Queremos darle toda la alabanza y la gloria a Dios por lo rápido que intervino en la situación. Cada día nos maravillamos y Le agradecemos por Su bondad, misericordia y amor.
Dios los bendiga
El Hermano y la Hermana Smith