30/10/2015
Permaneced tranquilos

Todos pasamos por esos días en los que parece que nada marcha bien; pero, gloria al Señor, tenemos un Maestro que es capaz de calmar las tormentas de la vida.

A continuación unas Escrituras que esperamos que les infundan ánimo el día de hoy:

Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Éxodo 14:14

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Isaías 41:10

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

Salmos 46:10

Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

Proverbios 3:6

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Juan 16:33

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Filipenses 4:8

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

1 Juan 4:4

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

1 Pedro 5:7

A pesar de las dificultades, esta familia permaneció tranquila y vio cómo la mano de Dios arregló la situación.

Mi esposo y yo queríamos contarles lo maravilloso que Dios ha sido con nosotros. Él siempre está dispuesto a ayudarnos, pero en ocasiones es tan evidente y extraordinario que quedamos atónitos al ver el enfoque tan sencillo que Dios le da.

Luego de vivir 37 años en el mismo domicilio, decidimos mudarnos de una granja a la ciudad. Nuestra familia está formada por 7 hijos, 16 nietos y 3 bisnietos; por tanto, el establo se convirtió en la bodega de nuestros familiares y nuestras amistades. Bueno, el día de partir llegó. Después de empacar y organizar todo por tres meses, llegó el día de partir y me encontraba muy alterado y frustrado. Llamé a Dawnie (una de los nuevos propietarios) para comentarle que aún me quedaba mucho por desocupar; me sentía muy alterado. Ella contestó que no debíamos preocuparnos, pues todo saldría bien.

Lo que necesitaba era la oración, así que le pedí a Dios que por favor enviara a alguien que nos ayudara a trasladar todo eso. No teníamos idea de cómo conseguir ayuda o a quién pedírsela. Parecía completamente imposible, pero sabíamos que Dios puede hacer lo que sea. Nos quedaba una hora para partir y nos dábamos prisa para empacar cuanto pudiéramos; entonces, llegaron Dawnie y Ben, los nuevos propietarios, y dijeron: “No se preocupen, vamos a descargar nuestras pertenecías en el césped y las cubriremos con una lona; luego, cargaremos todas las suyas en el camión que alquilamos y las llevaremos a la ciudad antes de devolverlo”.

El viaje desde la granja hasta la ciudad tarda una hora, así que les tomó un par de horas cargar las cosas y moverlas. Cuando intentamos pagarles por todo el tiempo que emplearon y ayudarles con el alquiler del camión, se negaron a aceptarlo y dijeron que ni siquiera lo contemplarían. Aparte de eso, nos permitieron regresar a recoger otras pertenecías que no pudimos llevar y Dawnie hasta hizo dos o tres viajes en su carro para transportar lo demás a la cuidad. Queremos darle toda la alabanza y la gloria a Dios por lo rápido que intervino en la situación. Cada día nos maravillamos y Le agradecemos por Su bondad, misericordia y amor.

Dios los bendiga

El Hermano y la Hermana Smith