Ya ha transcurrido más de un mes y ¡nos emociona retomar el Jubileo de los 50 años! El 31 de octubre de 1965, el Hermano Branham partió de su casa de Tucson y viajó durante unas tres horas hacia el norte para llegar al pueblo ubicado en las montañas de Prescott, Arizona, donde visitó un grupo de creyentes y unos viejos amigos que residían en un parque de casas rodantes.
El Hermano Hugh Scott, un muchacho que vivió en el parque de casas rodantes de Prescott, contactó a unos veteranos que vivieron allí y pudo recopilar estos testimonios para compartirlos con nosotros:
No pienso que haya algo mayor que el amor.
Ahora, no somos un pueblo perfecto; cometemos nuestros errores. Hacemos cosas erradas; pero vean, el amor cubre todo eso.
Y mientras venga de Dios, habrá alguien que lo va a creer, ¿ven?
Ahora, siendo que somos salvos, como lo somos, y que hemos sido llenos del Espíritu Santo, como lo hemos sido, ahora queremos que la mente que estuvo en Cristo, esté en nosotros; para que seamos transformados de las cosas naturales de la vida, y que seamos introducidos para que hagamos la voluntad perfecta de Dios; por la transformación del Espíritu de Dios, por medio de Su Palabra.
Dios me ha hecho pasar por eso, para que mi vida pueda abrir un camino, para decir: “Esto es, ¿ven?”, luego todos Uds. viajan por ese camino.
Siempre permanezcan con esa Palabra. Siempre revisen sus motivos y sus objetivos, si están de acuerdo con la Palabra de Dios; si no, dejen eso quieto. ¿Ven? Pero si está con la Palabra de Dios, y está en línea con la Palabra de Dios, entonces, eso, aférrense Uds. a eso.
A veces uno tiene que separarse de todo lo que se ama en la tierra, para tomar la posición a la cual Dios lo ha llamado.
No olviden esto, pequeño rebaño: la iglesia en los postreros días será gemela; “Tan parecidas que engañarían a los escogidos...”, Mateo 24:24, ¿ven?
Allí él cometió su error. Y allí es donde Uds. cometerán un error, y allí es donde yo cometería el error, en el mismo instante que salimos de la Presencia de Dios.
¿Ven los falsos ungidos? Ellos son ungidos, seguro, con el Espíritu Santo (hablan en lenguas, y hacen señales y prodigios) pero eso es de Satanás.
La iniquidad es algo que uno sabe que debe hacer y no lo hace. Uno lo sabe, pero no lo hace.
¡Oh, ése es un verdadero Cristiano genuino, nacido de nuevo! Puede tentarle con lo que Ud. quiera, él sigue siendo un Cristiano; tiéntela a ella en lo que Ud. quiera, aún sigue siendo una Cristiana.
Eva necesitó dar sólo un pequeño vistazo, para ver cómo se veía el mundo. Saben, muchas veces: “Nosotros necesitamos vestirnos un poquito de esta manera”. O, Uds. saben lo que quiero decir, sencillamente tenemos que echar un pequeño vistazo, para ver.
La Palabra de Dios es Su Espíritu, y Su Palabra viene a Su profeta. Y la Palabra debe transformarlos a Uds. de las cosas que son del mundo, a la imagen de hijos e hijas de Dios. Y la Palabra solamente puede venir por medio de estos profetas, a medida que hablaron. Y había que comparar eso con la Palabra, y mostrar que sí era la Palabra. Luego si Uds. aceptan esa Palabra, eso les transformará; de un hijo de Dios, o una hija... o, de un hijo del mundo, la hija del mundo, a un hijo e hija de Dios.
Debemos ser eso. Nosotros debemos ser la Iglesia, la Novia de Jesucristo. Yo viví con Él en la tierra, cuando Él vivió. Yo morí con Él cuando murió. Yo me levanté con Él cuando resucitó. Estoy congregado y estoy sentado ahora con Él en lugares Celestiales, porque soy parte de Él. Donde Él esté, allí estoy yo. “Donde esté Mi siervo, allí estaré Yo también”. Ahora, Él puede tener compañerismo con nosotros y por medio de nosotros, y dar reposo a Su Palabra con nosotros. Pues, nosotros somos parte de Su Palabra. Nosotros... Si Él es la Palabra, y nosotros somos parte de Él, entonces somos parte de la Palabra.
¿Qué es? Transformando, transformando por la Palabra de Dios, haciéndonos hijos e hijas de Dios, y también nos dará Vida en el mundo venidero. ¡Oh, vaya! ¿Qué más podría decir? No escuchen otras cosas.