¡Saludos Cristianos!
Los jóvenes trabajaron unas semanas en remodelar un salón pequeño para nuestros bistrós locales. El Hermano Branham dice: “Lo que ustedes leen, moldea su carácter.” Teniendo presentes estas palabras, queríamos que todo fuera especial en este lugar.
El primer bistró que planeábamos hacer era para los niños que contestaron diligentemente los cuestionarios de YF, ¡incluyendo a sus padres! Cuando los jóvenes se enteraron de que el Hermano Joseph y otros hermanos de YF iban a orar al respecto, sus ojos se llenaron de lágrimas por la emoción. Supimos que sería un bistró especial.
Llevamos a cabo el bistró el pasado 18 de agosto. ¡Los jóvenes estaban muy ansiosos por darle la bienvenida a los pequeños héroes y a sus mamás y sus papás!
Cuando llegaron todos, leímos una cita de un Mensaje y unos extractos de la revista Capta la Visión, donde el Hermano Joseph menciona por qué fundó YF y su carga por los jóvenes. Luego, le pedimos a un gran soldado de la Cruz que nos dirigiera en oración.
Les dijimos a los padres: “Es muy especial recibir padres verdaderos de la Cintas y queremos expresarles nuestra gratitud. Mientras nosotros, los jóvenes, trabajábamos en la remodelación del lugar, a veces gritábamos de alegría y cantábamos. También fue muy agradable escuchar las cintas en esos momentos. A veces, en lugar de trabajar, ¡terminábamos levantando las manos mientras el Hermano Branham oraba por nosotros! ¡Gracias por animarnos a continuar en nuestro camino Cristiano!”. También les contamos la razón por la que restauramos el lugar: “Queremos que sea un refugio para los jóvenes, donde podamos alejarnos de las cosas mundanas.”
Nos divertimos en todas las actividades. Su presencia apacible parecía inundar todo el lugar. Poco después, disfrutamos de deliciosos postres que los jóvenes prepararon. Luego, anunciamos que haríamos una actividad muy especial: ¡el Tiempo a Solas! ¡Qué bendición!
Al concluir el Tiempo a Solas, quedamos listos para reunirnos en la fogata, donde seguimos sintiendo la presencia del Señor. Cuando la agradable fogata se apagó, algunos jóvenes expresaron su gratitud y su deseo de continuar en el camino del Señor. Al final, le pedimos a otro gran soldado de la Cruz que nos despidiera con una oración. El evento terminó con lágrimas de alegría y agradecimiento.
¡Agradecemos mucho al Señor por todo esto y a ustedes por sus oraciones!
¡Dios los bendiga ricamente!
Sus amigos, los muchachos y las muchachas de las Cintas :)
Guadalajara, México