20/11/2018
Lo libraré

Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.

Salmos 91:14-15

Se nos recuerda constantemente que Dios cuida de Sus hijos. Cada uno de nosotros puede referirse al menos a una ocasión, por no decir cientos, en la que vimos la mano del Padre protegiéndonos del peligro. 

Recibimos este testimonio de un hermano de Zambia, que está testificando que el Señor lo libró de una herida grave o algo peor.

Dios siempre es bondadoso conmigo.

Me gustaría compartir este testimonio con ustedes, pues vi la mano del Señor cuando regresaba a Chimoio, Zambia, desde Nelspruit, Namibia.

Viajaba en autobús de Nelspruit a Chimoio, por la vía a Maputo. Iba a subirme al mismo autobús en el que llegué a Maputo; pero, afortunadamente para mi bienestar, la compañía de buses decidió regresar el domingo (un día después), entonces tuve que tomar un bus de otra compañía.

Como acostumbro, oré antes del viaje y el Señor nuevamente me protegió de una forma maravillosa, pues, llegué a Chimoio a salvo en este bus.

Hoy en la mañana (lunes), mientras leía el periódico, me enteré de que ayer, el autobús que iba a tomar se volcó trágicamente en Pambara, cerca de Vilanculos, y muchas personas murieron.

La Palabra nos enseña que Dios ordena los pasos de los justos y que la oración es una de las armas más poderosas que tenemos los hijos de Dios.

Bendito sea el Nombre de nuestro Señor Jesús y Su ejército de Ángeles, que protegen a los Suyos.

El Hermano Lee Chimoio,

Mozambique

Shalom