17/10/2016
Reconciliación

Todos conocemos personas que han atravezado problemas matrimoniales, los cuales no solo afectan a los esposos, sino también repercuten en los niños, los padres y los demás seres queridos. Los conflictos son una maldición en la familia.

Esta hermana quería mantener reservados los detalles, pero también deseaba glorificar a Dios con motivo de que su hijo y su nuera pudieron superar sus diferencias y unirse de nuevo como esposos. Gracias a las oraciones de muchos seres queridos y también el consejo de un ministro fiel, la creciente familia se reconcilió y ahora restituyen sus vidas juntos en la unidad del Evangelio de Jesucristo.

Me honro en poder compartirles este testimonio sobre el sexto aniversario de nuestro hijo y su esposa. El diablo se entrometió perjudicando gravemente a su familia, por lo que se separaron por casi seis meses. Sus tres niños se desconsolaron grandemente y permanecieron deprimidos durante la terrible crisis. Y como en muchos casos similares, la familia inmediata no son los únicos afectados, sino todos los seres queridos.

Durante los interminables seis meses de la separación, nuestro hijo y su esposa albergaron mucho resentimiento y sufrimiento el uno por el otro, aunque no lo notamos en ese entonces. ¡Dios intervino! Dios le encomendó la pareja al corazón de un predicador, que los exhortó y los ayudó en ese momento de desesperada necesidad. Muchas oraciones se ofrecieron y estoy tan agradecida de que Dios escuchó y respondió.

Hoy, en su sexto aniversario de matrimonio, quiero manifestrles que me siento sinceramente agradecida porque Dios obró milagro tras milagro hasta reunirlos. Qué precioso es verlos unidos como una pareja que se ama y se esfuerza al máximo por dedicar sus vidas al Señor. Cuando parece que todos los caminos se nos cierran, ¡Él es el que nos abre uno! ¡Gloria a Dios!

Una madre de Estados Unidos