Me honro en poder compartirles este testimonio sobre el sexto aniversario de nuestro hijo y su esposa. El diablo se entrometió perjudicando gravemente a su familia, por lo que se separaron por casi seis meses. Sus tres niños se desconsolaron grandemente y permanecieron deprimidos durante la terrible crisis. Y como en muchos casos similares, la familia inmediata no son los únicos afectados, sino todos los seres queridos.
Durante los interminables seis meses de la separación, nuestro hijo y su esposa albergaron mucho resentimiento y sufrimiento el uno por el otro, aunque no lo notamos en ese entonces. ¡Dios intervino! Dios le encomendó la pareja al corazón de un predicador, que los exhortó y los ayudó en ese momento de desesperada necesidad. Muchas oraciones se ofrecieron y estoy tan agradecida de que Dios escuchó y respondió.
Hoy, en su sexto aniversario de matrimonio, quiero manifestrles que me siento sinceramente agradecida porque Dios obró milagro tras milagro hasta reunirlos. Qué precioso es verlos unidos como una pareja que se ama y se esfuerza al máximo por dedicar sus vidas al Señor. Cuando parece que todos los caminos se nos cierran, ¡Él es el que nos abre uno! ¡Gloria a Dios!
Una madre de Estados Unidos