Ud. tenía demasiado de Ud., a tal grado que Dios tuvo que extraerlo por medio de pruebas. Y mientras esa extracción ocurría, es duro. Pero después de cierto tiempo los cielos se despejan y Ud. ve el propósito de Dios. Entonces Ud. clama: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo. Después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”. Estas pruebitas y demás son momentáneas y se desvanecen y desaparecen. Pero solo suceden por su bien; recordemos eso: para que Dios reciba la gloria.

En dondequiera que los hijos de Dios estén congregados, Satanás se sitúa en alguna parte. ¿Ven? Recuérdenlo. Lo sé por amplia experiencia.

Amemos y proyectemos nuestras vidas en Cristo y seamos sinceros y permanezcamos con la Palabra; hasta que Él venga, encajemos como el guante sobre la mano, así, con Él. ¡Oh, esa es la Iglesia que está esperando Dios! Sí, señor.

Inclinemos nuestros rostros por un momento, mientras estamos en Su Presencia; cada hombre y mujer, con sus rostros inclinados, niños y niñas. Accionen esa pequeña palanca que está encima de las neuronas; sáquense por los oídos todos esos razonamientos pasándolos por alto como tonterías. Luego abran esa pequeña válvula que llega al corazón humano, hasta su alma. No razonará; creerá. Dirá que la Palabra de Dios está correcta y Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.

¡Oh, creyentes de la Palabra!, ríndanse a mi Mensaje.

Escúchenme: no a mi Mensaje sino a Su Mensaje que Él firmemente declara ser la Verdad. Uds. tienen que escoger de alguna parte. Uds. no pueden quedarse quietos después de esto. Uds. tienen que escoger.

Cuando el Hermano Carlson hizo la declaración de que estos ministerios, de lo que deben atravesar para llegar a ser ministerios, qué cierto es. El Hermano Joseph, sentado a mí lado, dijo: “Bien”, dijo, “si uno no es un soldado, no recibe disparos”. Así que eso me pareció muy acertado. Es—es cierto. Y cuando rugen las batallas, pues, uno se vuelve un verdadero objetivo. Así que solo queda algo que hacer: ponerse toda la armadura de fe, mantenerse fiel a Dios y marchar hacia adelante. Nada más. El ejército de Dios no retrocede; sigue avanzando. Muchos se ladean y comienzan con esto, aquello o lo otro; pero el ejército de Dios marcha hacia adelante. Nos mantenemos avanzando más y más.

Vean, un verdadero creyente, antes de hacer algo, sin importar lo que—lo bueno que parezca, siempre consultará a Dios primero. Amén. Sí, señor.

“No temas Juan. No teman Uds., manada pequeña. Uds. son herederos de todo lo que Yo soy. Todo Mi poder es para Uds. Mi omnipotencia es de Uds. mientras estoy parado entre Uds. No he venido para traer temor y derrotas, sino amor, valor y habilidad. Todo poder me ha sido dado, y está a la disposición de Uds. Hablen la Palabra y Yo la pondré por obra. Ese es Mi pacto y nunca podrá fallar”.

Y si el Espíritu lo guía a Ud., nunca lo guiará contrario a la Palabra.

Un individuo, muy crítico con respecto a la segunda venida de Cristo, dijo: “¿Quiere decirme que todos los Cristianos que han muerto a lo largo del tiempo resucitarán, aquellos a los que llama nacidos de nuevo?”. “Pues”, dijo, “uno ni podría apilarlos como leña en esta tierra”. Dije: “¿Quién dijo que estarán apilados como leña en esta tierra?”. Es cierto. No será así. Dije: “Mi Padre Celestial se situó allá a lo lejos y sopló de Su mano lunas, estrellas, lunas”. Dije: “Estarán a millones de mundos de distancia. Pues, vaya, es difícil saber en dónde viviremos allá en esos grandiosos lugares”. Dijo: “¿Qué de las diez ciudades y todas esas ciudades sobre las que Él dijo ‘que tendrá autoridad el que venciere’?”. Dije: “Pues Dios tiene mundos sobre mundos y lugares sobre lugares”.

¿Cómo pueden nuestras pequeñas mentes infinitas limitar a Dios? Pues no podemos; no existe ninguna forma de expresarlo a Él, cuando uno mira al exterior y ve lo vasto que Dios es en Su universo. Pues, Él es maravilloso.

Para ser un águila de Dios, Ud. tiene que seguir a la Palabra, día tras día. Ud. tiene que continuar y alimentarse con la Palabra.