25/01/2021
Sonrisas

Publicamos testimonios varias veces al mes en este sitio web. Algunos de esos testimonios aumentan la fe para recibir sanidad, otros nos enseñan lecciones valiosas y luego hay unos que simplemente nos hacen sonreír. Este es uno de esos testimonios.

Este es un testimonio y una petición de oración para la Novia. Hoy me sucedió algo por lo que me siento muy agradecido, bendecido, y considero que solo Dios podía hacerlo.

Hoy tuve que conducir bastante para llegar a mi trabajo. Pasé mucho tiempo alabando, cantando y adorando al Señor mientras conducía. Me sentí muy bendecido al cantar una canción en particular: "Confía y obedece porque no hay mejor manera de ser feliz en Jesús que confiar y obedecer". También con mi esposa nos estuvimos regocijando porque la Cita del Día nos habló directamente sobre un asunto.

Conducía por el este del Delta de Arkansas cantando y alabando al Señor, mientras me acercaba a la ciudad de Pine Bluff. Miré por el espejo retrovisor y, para mi sorpresa, había luces azules destellando. Pensé: "Oh, no" y orillé el auto a un lado de la carretera. Un oficial grande y alto se bajó y se acercó a mi auto, y me preguntó si sabía que excedí el límite de velocidad al pasar por su ciudad.

Me disculpé y le dije: "No, no sabía". Como nos dijo el Hermano Branham, simplemente le dije la verdad y le comenté que había estado cantando y alabando al Señor, y no me di cuenta de que el límite de velocidad había cambiado. Evidentemente pasó de 55 a 35 en este pequeño pueblo. Tomó mi licencia, se dirigió a su auto y se quedó allí por un rato. Finalmente regresó y de repente se acercó a mi ventana y dijo: "Te estoy dando una citación por conducir a 48 con un límite de 35". Me dijo que firmara la multa y le pregunté si había forma de que solo me diera una advertencia, ya que no había tenido una multa en muchos años. Me contestó que no porque había excedido el límite por mucho. Hablamos sobre otros asuntos, me disculpé de nuevo y me marché. Pasé de la euforia a la tristeza.

Sin duda no podía pagar la multa y no sabía cómo afectaría la tarifa de mi seguro. Además, estaba conduciendo un auto alquilado y no sabía si eso me perjudicaría. Éramos de razas distintas y me preguntaba si quizá fue muy estricto conmigo debido a todos los disturbios civiles que han estado ocurriendo. Estaba ocupado preocupándome y quejándome mientras conducía, cuando volví a mirar por el espejo retrovisor y BUM: ¡había luces azules de nuevo! Pensé que podía tratarse de un policía estatal deteniéndome, ya que estaba conduciendo inconscientemente y pensando en la multa. ¿Estaba excediendo el límite de nuevo?

Cuando me detuve, el oficial acercó su camioneta a la mía y bajó la ventana. ¡Era el mismo oficial que me había detenido antes! “Entrégueme esa multa”, exclamó. "¿Discúlpeme, señor?", le respondí. “Entrégueme esa multa”, repitió. "Voy a anulársela", dijo. Le entregué los papeles por la ventana y tomé su mano entre las mías y exclamé: "¡Mi hermano!". Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando le agradecí y volví a mi auto. La presencia del Señor estaba muy cerca. Me volví hacia él y le comenté: "Lo mantendré en oración". Él respondió: "Hágalo" y se marchó.

No puedo evitar preguntarme qué lo llevó a hacer eso. Nunca he escuchado que un oficial detenga a alguien para anularle una multa. ¡Que bendición! Solo puede ser el Bendito Espíritu Santo. Creo que fue la atmósfera de Dios que conmovió su querido corazón e hizo que me persiguiera después de marcharse. No sé su nombre, pero nuestro Padre sí. ¿Podrían orar para que este hermano de corazón puro, detrás de una insignia de Arkansas, reciba una bendición especial por su bondad hacia la Novia?

El Hermano Danny

Estados Unidos