15/11/2016
Un hombre de Dios

Con profundo pesar en nuestro corazón informamos a la Novia de Cristo que Dios ha llamado a casa a uno de Sus hombres valerosos. Esta mañana, el Hermano Gordon Tutani, a quien cariñosamente llamábamos “Hermano G”, entró en la Presencia de nuestro Señor Jesús, donde se reunió con aquellos grandes hombres de Dios que entregaron su vida para anunciar el Evangelio al mundo.

El Hermano G atesoraba muchos dones, pero había uno que muchos apreciábamos mucho: la forma en que nos hacía sentir como la persona importante. Hablando de grandes hombres, el profeta nos dijo: “Ellos nunca se jactan o se llevan la honra. Ellos lo hacen sentir a uno como el importante. Esos son los grandes hombres”. Si llegaron a conocer al Hermano G, entonces entienden a qué se refería el Hermano Branham.

Nuestro hermano era pastor, administrador de una oficina de VGR, un amado ministro de Still Waters y un padre dedicado. Desempeñaba un papel fundamental en la obra del Señor a nivel mundial. Cientos de miles de creyentes lo extrañarán profundamente. Su esposa —la Hermana Prossy— y sus hijos —Enoch, Stephen y Jonah— agradecerían sus oraciones mientras atraviesan esta difícil situación. 

14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.

15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

1 Tesalonicenses 4:14-18

Hoy muchos necesitamos consuelo mientras lloramos la pérdida de nuestro querido hermano. Nuestros corazones encuentran paz en la Palabra de Dios al saber que algún día volveremos a ver a nuestro amado hermano.

Descansa, valeroso hombre de Dios. Nos encontraremos cuando esta obra termine.

Los siguientes son extractos de dos de las muchas traducciones que grabó el Hermano G en el idioma shona.

Fotografías

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