20/12/2018
Clama a Mí

3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Jeremías 33:3

Solo en un país comunista sin documentos ni dinero. ¿Qué harían en esa situación?

Me llamo Francisco Escalante. Viajo periódicamente a China por cuestiones de negocios y también para visitar a algunos amigos del Mensaje que viven allá.

En mi último viaje al sur de China, me encontraba en la ciudad de Cantón, preparándome para partir del aeropuerto hacia una de las muchas provincias de la zona metropolitana. Tomé un servicio de transporte, en el cual dejé mis maletas y pertenencias personales. En esa camioneta, que me llevaría a mi destino final, estaban mi maletín con todo el dinero en efectivo y hasta mi billetera con dinero y las tarjetas de crédito. También coloqué algunas cajas con productos que llevaba.

Todo se hizo apresuradamente, pues el aeropuerto es un lugar muy ajetreado y el tráfico siempre es pesado. Cuando llegamos al lugar al que necesitaba ir, me bajé rápidamente y sólo tomé las cajas que llevaba en el vehículo. Casi ni me di cuenta cuando la camioneta partió y fue en ese momento que recordé que mis maletas y mi maletín seguían en el auto.

Ya eran las 6:00 p. m. y estaba anocheciendo. Entré en desesperación, pues confirmé que había perdido todas mis pertenencias, documentos personales y dinero. Empecé a llorar y no sabía que hacer ni a dónde ir. Me dirigí a un hotel cercano y revisé mis bolsillos. Lo único que tenía era mi celular y un tiquete de metro.

En el hotel me arrodillé y oré fervientemente al Señor. Ni siquiera tenía el número de licencia o alguna información sobre el vehículo. Seguí orando hasta muy entrada la noche, cuando de repente el Señor me puso en el corazón llamar a la oficina de VGR de Colombia por WhatsApp (eran las 8:00 p. m. en China), a pesar de que hay 13 horas de diferencia con respecto a China. Le pedí a los hermanos que por favor oraran por mí y por mi situación. Los hermanos me dijeron que estarían orando y que contactarían a Grabaciones la Voz de Dios de Jeffersonville para que todos se unieran en oración. El milagro ocurrió.

Casi inmediatamente tocaron a la puerta de la habitación del hotel: era la policía local. ¡Traían todo mi equipaje y el maletín!

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Revisé todo el contenido de mi equipaje y ¡estaba completo! No perdí ni un centavo de lo que tenía ni una prenda de la ropa que llevaba. Aún no sé cómo me encontró la policía. Fue totalmente sobrenatural.

Hasta me trajeron ayuda médica. Revisaron mi presión arterial y averiguaron con el personal del hotel si ya había comido algo. Me llevaron algo de cenar a la habitación. ¡Fue increíble! No tengo una explicación humana para lo que pasó.

Sigo regocijándome al respecto y admirando la Gracia y el Poder que Dios me mostró. Piensen en la situación tan terrible en la que me encontraba: ¡estaba en un país extranjero tan grande como China sin dinero ni documentos!

¡Que Dios los bendiga! Su Palabra dice: “Clama a mí, y yo te responderé”.

¡Este testimonio es para la gloria y el honor del Señor Jesucristo!

Amén