21/11/2020
Las águilas reuniéndose

Querida Novia que habla de la Deidad:

Mientras el mundo se encuentra en un estado de confusión, pánico y ansiedad, la Novia está escuchando esa Voz en nuestros hogares, nuestras iglesias, nuestros autos; caminando con pequeños tubos en nuestros oídos, mientras Su mensajero nos dice que Dios nos está observando desde la cumbre de las peñas —no en algún valle viendo nuestros errores y condenándonos—, sino viéndonos de la manera que Él quiere vernos, a la altura de Su amor y misericordia. Estamos SOLOS con Él, diciéndole que no necesitamos el consejo de ningún concilio, pues tenemos el "Así dice el Señor" en medio nuestro.

Nos pararemos como Josué y Caleb. Nuestra Tierra Prometida ya se alcanza a ver, así como la de ellos ese día. Él nos dijo que Josué significa "Jehová-Salvador", y representa al líder del tiempo del fin que vendrá a la iglesia, así como Pablo fue el líder original.

Nosotros representamos a Caleb, aquellos que se mantuvieron fieles a Josué. Josué fue un profeta enviado por Dios. Dios dejó todo el liderazgo en manos de Josué, puesto que había permanecido con la Palabra. Dios podía confiar en Josué, pero no en los demás. Él dijo que eso se repetirá en este último día... el mismo problema, las mismas presiones.

En cada edad, Él se mantiene diciéndonos cuán cuidadosa debe ser la Novia para permanecer con Esa Palabra y con aquel que Dios coloca como el verdadero líder ordenado y vindicado para nuestro día.

Ustedes dicen que es el Espíritu Santo. Eso es correcto, pero Dios prometió que en esta última edad enviaría a Su séptimo ángel mensajero para guiar a Su pueblo, así como lo hizo en los días de Moisés; como hizo en todas las edades. Dios nunca cambia. Su programa siempre permanece igual.

Ahora, recibamos aquí una advertencia de las Escrituras. ¿No fue en los días de Moisés, a quien Dios había vindicado, cuando se levantó Coré contra ese poderoso profeta? Este disputaba con Moisés y decía que tenía semejante dotación de Dios para guiar al pueblo y que otros también compartían de la revelación Divina así como Moisés. Él negó la autoridad de Moisés.

Hoy ese espíritu dice: "No pueden creer cada Palabra de las cintas", "están fuera de la Palabra si creen eso", "hay una diferencia entre la Biblia y las cintas".

Solo tengo que comentar al respecto que somos como los efesios de antaño. Conocemos la Palabra que el Hermano Branham nos enseñó. Creemos en cada palabra que nos enseñó. No son sus palabras, sino las Palabras de Dios que hablaron por medio de él, al igual que Pablo.

Se encontraron cara a cara con aquellos apóstoles falsos y les dijeron: “Uds. no están diciendo lo que dijo Pablo. Por eso, Uds. son falsos”. Oh, eso hace arder mi corazón. ¡Vuelva a la Palabra! No es Ud. el que en verdad prueba al apóstol y profeta y maestro. ES LA PALABRA LA QUE LOS PRUEBA. Alguno de estos días vendrá un profeta a la Iglesia de la edad de Laodicea y Ud. sabrá si él es el verdadero enviado de Dios o no. Sí, lo sabrá. Porque si él es de Dios, ÉL ESTARÁ EN ESA PALABRA EXACTAMENTE COMO DIOS SE LA DIO A PABLO. ÉL NO SE DESVIARÁ DE ESA PALABRA NI POR UN MOMENTO, NI POR UNA TILDE. En esa última edad, cuando aparecerán muchos profetas falsos, fíjese como es que le dirán constantemente que si Ud. no les cree a ellos y lo que ellos dicen, entonces Ud. estará condenado. Pero cuando llegue a la escena ese PROFETA DEL ULTIMO DIA, si él en verdad es aquel profeta, él estará clamando: “¡Vuelva a la Palabra o Ud. será condenado!” Él no edificará sobre revelación o interpretación privada, sino sobre la Palabra. ¡Amén y amén!

Entonces ¿cuál es la Palabra para nuestro día? ¿Solo la Biblia y no las cintas?

Ahora, Pablo le estaba diciendo eso a su audiencia hebrea. Pues, ellos no tenían grabadoras como nosotros las tenemos aquí hoy; sino que ellos tenían escribas sentados allá, escribiendo Eso, a medida que Pablo lo predicaba.

Y así mismo es que sucede aquí. Nosotros lo estamos captando en grabadoras, y estas cintas van por todo el mundo (¿ven?), para mostrar que sí es la Verdad. Nuestra religión no es en vano, es absolutamente Jesucristo resucitado; es lo mismo. Ahora, no debemos descuidarla.

Hebreos, capítulo tres (57-0901M)

Está allí para que todos la lean y escuchen. Como hicieron en los días de Pablo, cuando solo tenían escribas, hoy estamos recibiendo esa misma Palabra mediante grabadoras. ¡Cuán ciegos y faltos de revelación pueden ser ellos!

Debido a que creemos cada Palabra, estamos convirtiéndonos en esa Novia Palabra completamente manifestada que Él prometió que vendría. Somos carne de Su carne, huesos de Sus huesos, Espíritu de Su Espíritu. Somos Su Novia Palabra que producirá las mismas obras de Jesús.

Así que cuando un hombre nacido y lleno del Espíritu, recibe esa Palabra en fe en su corazón y la pone sobre sus labios, pues eso es igual a que si hablara la Deidad. Toda montaña tiene que desvanecerse. Satanás no puede pararse ante ese hombre.

Qué momento tan maravilloso estamos viviendo. Estamos tranquilos, relajados y sin temor. Cada montaña tiene que moverse. Satanás no puede hacernos frente. Dios está hablándonos, con cada Mensaje que escuchamos nos dice que somos Esa Palabra viviente que fue predicha que vendría en estas Edades de la Iglesia.

Si quieren recibir las bendiciones más grandiosas de todos los tiempos, escuchar la revelación más grande que se ha hablado desde la fundación del mundo, únanse a nosotros el domingo a las 2:00 p. m. (hora de Jeffersonville) para escuchar La edad de la Iglesia de Pérgamo (60-1207).

El Hermano Joseph Branham

 

Escrituras para leer en preparación para escuchar el sermón La edad de la Iglesia de Pérgamo:

Números 23: 8-9

Apocalipsis 2: 12-17, 17: 1-5, 17:15

 


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