17/12/2018
De las tinieblas a la Luz

Si no me ayudara Jehová, Pronto moraría mi alma en el silencio. Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.

Salmos 94:17-19

Milagrosamente, el Mensaje de la hora continúa abriéndose camino en los lugares más oscuros para llegar a las manos de los predestinados. Con su ayuda, seguimos asegurándonos de que los prisioneros, como este hermano, tengan algo que ningún muro de prisión puede ocultar. Para muchos, se trata de la única Luz que han conocido.

Tengo 56 años y el próximo año seré liberado.

Sentí que debía agradecerles por su ministerio en favor de nosotros, las ovejas negras que están tras las rejas. En ocasiones, somos el resultado de lo que nos rodea.

Mis padres eran borrachos y, cuando papá se iba de juerga, teníamos que huir por nuestra vida. Si él lo atrapaba a uno, lo golpeaba. Al final, mi mamá se fue y me dejó solo con papá. Me la pasaba escapando, pero siempre me regresaban. Un día llegué a mis límites, a los diecisiete, le arrebaté el bolso a una señora y me detuvieron. Durante sesenta días la pasé muy bien: una cama cálida, comida y ninguna golpiza; era algo que podía disfrutar.

Así que, por el resto de mi vida, me la pasé entrando y saliendo de las cárceles. Entonces tuve un sueño en el que vi una luz brillante y densa, que se movía. Algo dijo: “Solo cree, amigo, hay un mejor camino”.

Bueno, el guarda me despertó y comentó que parecía que estaba soñando una pesadilla. Acudí al capellán y él escuchó. Al final dijo que seguramente se trató de una pesadilla.

Le conté a algunos compañeros y entonces uno preguntó si había oído de Melquisedec. Le pregunté si era un preso, él solo sonrió y me pasó un libro que explicaba Quién era.

Bueno, el libro empezaba con “solo creed”. En ese instante, me llamó la atención y me hizo sentar. Luego leí La historia de mi vida, y ¿pensar que la mía fue difícil? No se compara.

Bien, así empecé. De seguro hay un mejor camino que en el que estaba.

Hermanos, no pueden imaginar lo que es sentir de repente el amor y la seguridad que siempre había anhelado en la vida.

Georgia