23/11/2016
Pepitas de Oro

En estos días de tanta incertidumbre en el mundo, existe algo que siempre permanecerá firme: la Palabra. ¡Confiamos en que estas Pepitas de Oro que recibimos los alienten tanto como a nosotros!

Pero Jesús quiere darle a Ud. lo mejor que cualquier persona pudiera darle y es el Único que puede darlo: Vida Eterna, la sanidad de su cuerpo, reemplazar su cansancio por gozo, desvanecer la aflicción y darle un grito de victoria. Él quiere despojarlo de sus pecados y darle Vida; desarraigarlo de la muerte y darle Vida Eterna.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo (58-0617)


Mateo 28 dijo: “Estaré con Mi ejército. No solo eso, sino que entraré en Mi ejército”. ¡Oh, vaya! Piénsenlo. Nuestro gran Guerrero, gran triunfo, el General de la Palabra, dentro de nosotros. La Palabra que fue hecha carne y triunfó sobre cada diablo, cada enfermedad, aun la muerte, el infierno y la tumba; ese mismo General está en nosotros, con nosotros. ¿Por cuánto tiempo? “Hasta el fin del mundo”, seguirá hasta el final. Piénsenlo: Aquel que lidera la batalla.

Todos los poderes del enemigo están derrotados. Cuando Él estuvo aquí en la tierra, tomó la Palabra y triunfó sobre todo lo que tenía Satanás. Triunfó sobre la muerte. Triunfó sobre el infierno. Triunfó sobre el sepulcro. Resucitó al tercer día y ha regresado y ahora vive en Su iglesia, este gran Guerrero de la Palabra, el Guerrero que era la Palabra. Y ese mismo Guerrero, que es la Palabra, está en nosotros, morando, acentuando cada señal de Su resurrección y Su venida. Amén. Él lo está haciendo hoy, en este tiempo de la tarde, cuando las grandes Luces de la noche comienzan a brillar. Aleluya. El gran Guerrero, Cristo, ya triunfó. No tengo que hacer nada; solo seguir. Amén. Cada poder está derrotado.

Vistiéndose de toda la armadura de Dios (62-0607)


22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.

Salmos 55:22


La otra mañana, le dije a mi esposa: “Ya cumplí cincuenta, cariño. Si voy a hacer algo por el Señor, tengo que apresurarme”. Ella dijo: “Bill, Dios entrenó a Moisés por ochenta años”. Y dijo: “Él puede entrenarte por otros cincuenta años, para sacarte un día de servicio. Él te asignó un propósito, así que quédate quieto”. Me pareció muy sabio: “Quédate quieto”. Dios obra por todas las direcciones, conforme a Su gran plan. Quédese quieto. No trate de ir… de presionar. Se le estaría adelantando a Él, entonces. Es muchísimo mejor intentar seguir que liderar, pues Él es el líder. Ahora, para mi iglesita aquí, mi pequeño rebaño, que ha sido tan fiel y ha orado por mí, por todas partes del mundo, yo creo que viene en camino otra sacudida mundial. Lo que les he dicho es la verdad.

Mi nuevo ministerio (59-1115)


Job, en su desgracia, habiendo perdido todo. Su esposa se volvió contra él y lo acusaba. Y todos sus amigos creyentes se habían puesto en su contra porque solo tenían teología. Y todos los demás se habían vuelto contra él. Pero Dios dijo: “Ven aquí, Job. Voy a darte algo, muchacho. Voy a colocar en tu interior algo que todos los diablos del infierno no pueden arrebatar”. Y en… Todos los maestros del mundo podrían acusarte, de una u otra forma, pero esto jamás tambaleará. ¿Saben qué hizo? Levantó un poco la cortina y dijo: “Job, ¡mira allá!”. ¿Y qué vio Job? ¿Qué piensan qué vio? Vio la Pascua, por su primera vez. Vio la primera Pascua y gritó: “¡Sé que mi Redentor vive!”. ¡Oh!, ¡qué bendición estar en ese lugar! Cada hombre escogido de Dios, y cada mujer y niño, llega a ese punto en esas arenas sagradas, en el que Dios alza la cortina y uno Lo ve en Su poder resucitado. Uno sabe que Él vive. Y, como Job, podemos clamar: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”.

Yo sé que mi Redentor vive (58-0406S) 


Que Su Vida esté en mí. Que sea Su sangre la que me purifica. Que sea Su Espíritu lo que me llena. Que sea Su Palabra en mi corazón y en mi boca. Que sea Sus azotes lo que me sana. Que sea Jesús, solo Jesús. No es por las obras de justicia que yo he obrado, no señor. Cristo es mi vida. Amén.

Una exposición de las siete edades de la Iglesia, capítulo 8, “La edad de la Iglesia de Filadelfia”


27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27


“Y todos los que son hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios”. Entonces, cuando el elemento humano sale y el Espíritu de Dios llena esa vacante, donde uno se vacía, amén, será entonces cuando la Iglesia, en Su Poder de la resurrección del Señor Jesús, ¡seguirá Sus pasos, Su Poder, Sus pensamientos, Su ser, Su acción! ¿Ven lo que quiero decir? [La congregación dice: “¡Amén!”—Editor]. Entonces sus pensamientos se convertirán en palabras y las palabras se materializarán. Esa es, cuando, la Iglesia en su Poder.

Creo que viene en camino, cuando la Iglesia esté tan cubierta de Cristo, el Espíritu Santo, tan distanciada de la humanidad, que ya no se vean a sí mismos, no tengan… [Espacio en blanco en la cinta—Ed.] sino servir a Dios. Y sus pensamientos se trasladan. Rechazan las cosas del mundo. Solamente se mueven en el Espíritu, viven en el Espíritu, se mueven en el Espíritu, cumpliendo así la ley de Cristo. Entonces con el amor de Cristo en el corazón humano, moviéndose en el Espíritu Santo, esa gran y maravillosa Iglesia saldrá en Poder y Deidad; pues la Deidad se revelará en seres humanos, mediante el Espíritu Santo, cumpliendo los pensamientos de su mente.

La Palabra se hizo carne (54-1003M)


Cada día que tomamos un respiro, recibimos una bendición de Dios.

Una verdadera señal que se pasa por alto (61-1112)


No podemos usar ni una sola habilidad. ¡Tenemos que rendirnos completamente! Y, para llegar a Dios, Ud. tiene que rendirse a Él en ambos alma, cuerpo y espíritu. Todo lo que Ud. es, tiene que ser rendido a Dios, para que Él pueda obrar Su Voluntad en Ud. y en mí. Ahora, eso es difícil, lo sé, porque siempre queremos colocar de nuestra parte, algo que nosotros sabemos, sabemos que queremos hacerlo. Decimos: “Bueno, yo—yo sencillamente sé que se debe hacer de esta manera”. Pero mientras que Ud. lo esté haciendo de esa manera, va a resultar mal, y Dios nunca usará ese esfuerzo.

Perfecta fuerza por perfecta debilidad (61-1119)


3 En el día que temo, Yo en ti confío.

4 En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?

Salmos 56:3 y 4


Y desearía detenerme aquí para alcanzar a decir esto: que, casi siempre, cuando uno encuentra a Dios en una persona, uno encuentra la persona más inusual, utilizada de la forma más inusual.

Señores, quisiéramos ver a Jesús (61-1224)


El Diablo no puede poner su pie en Ud., para causarle daño, hasta que primero Ud. se haya apartado de Dios. Primero Ud. tiene que recordar eso. Revise bien cuando algo sucede y examine para ver si en verdad Ud. está en la fe o no, vea si está Ud. en su debido lugar con Dios; luego recuerde que el Diablo no le puede hacer ningún daño, Ud. está en Cristo.

Si Dios está con nosotros, ¿dónde están Sus maravillas? (61-1231E)


Presten atención a la plataforma cuando las visiones ocurren. Presten atención cuando los espíritus malignos, vienen… Miren lo que sucede. Es una rendición del Espíritu Santo—al Espíritu Santo. Él llega y toma el mando. Miren cómo Él lo controla. Miren cómo ocurre. Es Dios; no es un hombre. Y si tan solo viviéramos en eso… Dios, permítenos vivir allí. Y cuando ese toro, que se encontraba a 20 yardas de mí, se levantó y se abalanzó, cuernos grandes y largos. [cinta en blanco—Ed.]. “Este es el final”. Y en lugar de odiar al toro, pareció extraño; lo amé. Desearía poder explicarlo. Pero le digo algo, hermano: Ud. nunca entrará en contacto con una fuerza mayor en esta vida que el amor. Sí, señor. Yo no trato de conquistar demonios a patadas. Yo amo a Dios. Vean, el amor es lo que Dios es. Dios es amor. El amor mueve a Dios. “De tal manera amó Dios al mundo…”. Es amor. El amor es lo que conquista.

Una vida escondida en Cristo (55-1110)


Ud. dirá: “¡Oh, Señor!, me siento tan mal, no creo que pueda hacerlo”. Dios no siente lástima por Ud.; siente querer darle a Ud. algunas patadas. ¿Ve? ¿Ve? Seguro. Dios no siente lástima por Ud.; Él—Él se enoja con Ud. Ud. apenas está quedando en forma para que Él lo pueda usar. Sí.

Perfecta fuerza por perfecta debilidad (61-1119)


Ahora, para el Tabernáculo Branham y para Uds., los asociados que conocen estas verdades, ¿sabían que esa misma Columna de Fuego está con nosotros esta noche? ¿Recuerdan cuando se tomó Su fotografía allá y cómo ya ha recorrido todo el mundo, la misma Columna de Fuego que siguió a Moisés allá en la zarza ardiente? ¿De qué se trata? Ningún erudito aquí se atrevería… Así yo venga usando mal estas palabras aquí y cosas, yo sé dónde estoy parado. Tengo la cabeza bien puesta, creo yo, por el Espíritu Santo.

Les digo, cualquier erudito aquí sabe que ese Ángel que siguió a los hijos de Israel por el desierto fue el Ángel del Pacto y el Ángel del Pacto fue Jesucristo. Moisés consideró las riquezas de Cristo mayores tesoros que todo Egipto. ¿Correcto? Seguro, ¡el Ángel del Pacto! Entonces, ¿qué es Eso que está aquí con nosotros? Quizás digan que perdimos la mente, que somos esto, aquello o lo otro, un montón de santos rodadores y demás; tal vez lo digan. Pero Dios Mismo se ha vindicado en la misma Columna de Fuego que guio a los hijos de Israel, que nos guía hoy mismo. ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! El mismo que estaba con Jesucristo allá cuando Él se paró y les dijo a esos fariseos parados allá, le declaró a la mujer en el pozo en dónde estaban sus pecados secretos y demás, está operando entre nosotros ahora. “¡El que era, el que es y el que ha de venir!”. ¡Aleluya! Yo lo busco a Él, ¿ustedes? ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! Se acabaron todas las suposiciones. ¡Oh, vaya!

Israel y la Iglesia, parte II (53-0326)


Los Cristianos son verdaderos oráculos genuinos nacidos de Dios. Luchan por su posición y luchan hasta llegar al final en esta tierra. Cada paso es una lucha.

El camino provisto de Dios para este día (64-0206E)


38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 8:38 y 39