Este Mensaje contiene todo lo que necesitamos. Tal como las Escrituras, cada historia que escuchamos se grabó con un propósito que debemos aplicar en nuestra vida. Esta familia aplicó uno de esos testimonios que todos amamos y recibieron los mismos resultados.

Santos, los saludo en el Nombre del Señor Jesucristo:

Hace más de un año, les regalaron a mis dos hijos un pez Betta en la fiesta de cumpleaños de su primo. La llamaron Isabel (acabo de enterarme que ese nombre significa ‘consagrada a Dios’).

Era un pez muy activo, siempre nadaba rápidamente de un lado a otro de la pecera. Bueno, se enfermó demasiado. Dejó de comer durante varias semanas y solo permanecía en el fondo de la pecera. Intenté predisponer a mis hijos para lo peor.

Entonces, recordé la historia del pequeño Gill (el diminuto pececito). Puse a sonar esa historia una y otra vez junto a la pecera y observé como lentamente la pececita enferma fue recuperando su salud por completo. ¡Ahora está nadando como nunca antes!

Siempre recordaré de confiar en Dios, aun cuando se trate de los asuntos más simples de mi vida.

Una familia de USA