04/11/2020
Las águilas reuniéndose

Queridos Victoriosos:

Hoy es un día de celebración para la Novia. Se acabaron las elecciones. Emitimos nuestro voto. El ganador ha sido declarado. Él ganó las elecciones antes de la fundación del mundo. Jesucristo es victorioso. Se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor.

Estábamos con Él, hasta en Él, cuando ganó. Por lo tanto, hoy somos victoriosos con Él.

Pero el verdadero, el ordenado de Dios, ese gene auténtico, ese germen auténtico, un alma de Dios que estuvo en Dios desde antes de la fundación del mundo; recuerden, Uds. que verdaderamente tienen el Espíritu de Dios en Uds. esta noche, Uds. estaban aquí en Cristo porque Él era la plenitud de la Palabra. Él era la plenitud de la Deidad corporalmente. Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo. ¿Lo creen? Miren, Él estaba en Cristo. Entonces si Uds. estuvieron en Dios, un gene, una palabra, un atributo desde el principio, entonces Uds. anduvieron con Él aquí en la tierra, Uds. hablaron con Él en la tierra, Uds. sufrieron con Él en la tierra, murieron con Él en el Calvario, y resucitaron con Él nuevamente; y ahora Uds. están sentados en lugares celestiales en Cristo Jesús, teniendo comunión con Él (la Palabra) mientras Ella alimenta su alma: “El hombre vivirá de toda Palabra que sale”.

Eventos modernos son aclarados por profecía (65-1206)

Gloria, GANAMOS, y ahora estamos sentados juntos en lugares Celestiales, en comunión con Él a diario mientras alimenta nuestra alma. Él nos habla de boca a oído, declarando que votamos y nos paramos por Él, y ahora Él se parará por nosotros.

Yo voté una sola vez, fue por Cristo; y tengo que triunfar. El diablo votó en contra de mí, y Cristo votó a mi favor; ahora el resultado depende hacia cuál lado doy mi voto. Estoy feliz por haberlo dado a favor de Él; que el mundo diga lo que quiera. Yo todavía creo que Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Él lo probará.

Hoy se ha cumplido esta Escritura (65-0219)

Hemos anclado nuestras almas en Cristo. Ahora hagamos silencio ante Él y escuchemos Su Voz hablarnos y decir: “Yo soy el Señor que te da Vida Eterna. Te amo. Te conocí antes de la fundación del mundo. Puse tu nombre en el Libro, tú eres Mío".

El Hermano Joseph Branham