La naranja exprimida de un psicólogo
Un profesor se estaba preparando para una clase y decidió llevar una naranja. Abrió una conversación con un joven inteligente que se encontraba al frente preguntándole:
—¿Qué extraigo de esta naranja si la exprimo?
Él miró al profesor y contestó:
—¡Obviamente jugo!
—¿No crees que puedo sacar jugo de manzana de esta naranja? —cuestionó el profesor.
—No —replicó entre risas.
—¿Qué tal jugo de toronja?
—Tampoco —respondió.
—¿Qué me ofrece esta naranja? —preguntó nuevamente el profesor.
—Jugo de naranja, por supuesto.
—¿Por qué? —repitió la pregunta—, ¿por qué sale jugo de naranja de una naranja?
—Pues, porque es una naranja y eso es lo que hay en su interior —contestó.
El profesor asintió con la cabeza y dijo:
—¡Cierto! Supongamos que esta no es una naranja, sino que eres tú. Alguien te presiona con un cometario que no te agrada. Te ofendes y de ti sale miedo, amargura, odio e ira. ¿Por qué ocurre eso?
—Porque eso es lo que hay adentro —respondió el joven.
Tenemos que examinar qué hay dentro de nosotros, pues Mateo 15:18 dice: “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre”. Cuando presionaron a Jesús, de Él salió perdón, amor y misericordia. Él nos mostró que, a pesar de que la gente lo hubiera insultado, golpeado, humillado y tratado peor que a un criminal, ¡solo respondió con amor y perdón! Que ese amor que proviene de Dios nos llene y vivamos cada día junto a Él.
Su hermano en Cristo, Mario