18/01/2016
La convocación

Los muchachos de las Cintas de Malaui han retomado su cometido, visitando las aldeas, cantando alabanzas y proclamando la Voz para todo aquel que esté dispuesto a escuchar.

Recientemente, el Hermano Saidi, administrador de la oficina de VGR de Malaui, nos envió este informe. Acompañado de su equipo están en los negocios del Padre, lanzando la red una vez más. En esta ocasión, el equipo llevó a cabo su alcance misionero en un mercado local, el cual es muy conocido por los habitantes de la zona y convocado por el líder local. Pero esta vez hubo una convocación mayor: una Voz que convocaba a subir más alto, la Voz de Dios para esta generación.

El mercado de Mpemba se ubica en las afueras de la ciudad de Blantire. Un trayecto riguroso de una hora, de subir y bajar montañas, precede la llegada al lejano y humilde mercado, el cual sirve como lugar de reunión para los habitantes de la zona.

Siempre cuando el líder quiere comunicarle algo a sus súbditos, convoca una reunión en esta pequeña plaza de mercado.

El equipo misionero de VGR consideró que ese lugar era perfecto para hacer una reunión de Cintas y para que la gente de esa zona escuchara la Voz de Dios hablada por medio de Su profeta, el Hermano William Branham.

El jueves por la tarde, poco después del almuerzo, partimos de las oficinas de VGR con todo el equipo necesario para el alcance misionero con Cintas, el cual instalamos en cuanto llegamos. Al igual que un imán, la música que colocamos empezó a atraer a la gente de los alrededores. Al instante, se formó una multitud. Era la primera vez que los pobladores de esa zona presenciaban tales instalaciones.

Después de cantar, llegó el momento del propósito de nuestro viaje: el profeta de la hora. La Voz de Dios hablada por medio de Su profeta, el Hermano William Branham, fue invitada a pasar adelante y predicarle de nuevo al pueblo africano.

Escuchamos la cinta La simiente de la serpiente.

El sonido nítido que provenía de los altavoces nuevos de último modelo era completamente inspirador. Un mensaje directo que fue en busca de las almas perdidas. No fue ninguna sorpresa que después de terminar la cinta y hacer el llamado al altar once almas se rindieron y quisieron bautizarse en el Nombre del Señor Jesucristo.

Gloria a Dios… Aún seguimos buscando a esa última para que entre al redil.

Dios los bendiga,

El Hermano Saidi

Oficina de VGR de Malaui

Fotografías