27/11/2017
El paño de oración

Recibimos este testimonio de una hermana que visitó la oficina de VGR de Tanzania hace más de dos años. En esa ocasión, pidió un paño de oración para ella y sus padres. Desde entonces la oficina no se había contactado con ella hasta que hace poco acudió a nuestra oficina por una tarjeta microSD. Entonces les relató lo que Dios había hecho por medio de ese mismo paño de oración.

Queridos santos:

Los saludo en el precioso Nombre de nuestro Señor Jesucristo.

El 9 de enero del 2016, mientras cocinaba en casa con una olla a presión, algo falló y explotó cerca de mí.

Agradezco al Señor por ayudarme cuando me encontraba en aprietos. ¡El Señor protegió mis ojos milagrosamente! No permitió que la tapa de la olla me golpeara; pero, cuando esta salió volando hasta el techo, ¡todo el contenido hirviendo de la olla se derramó sobre mi cuerpo! Se podrán imaginar el dolor y luego, las consecuencias.

Mi familia oró por mí antes de llevarme a la clínica, donde me hospitalizaron.

El médico dijo que me programarían varias cirugías para las zonas que resultaron gravemente afectadas. Me preocupé, pues no me agradaba la idea de que me operaran. 

Haga clic en las imágenes para verlas en tamaño completo

Mi mamá me trajo un paño de oración y lo prendió a la almohada, ya que no podía colocarlo sobre mi corazón. De inmediato, me sentí rodeada por una presencia pacífica.

Desde ese momento, empecé a mejorar rápidamente. El médico quedaba sorprendido y a veces preguntaba: “¿Qué causa que se recupere tan rápido? Le he administrado el mismo tratamiento a otros pacientes, pero me sorprende su excepcional recuperación”.

Haga clic en las imágenes para verlas en tamaño completo

Mi piel continuamente se restauraba gracias al poder curativo del Sanador, el Señor Jesucristo. ¡Qué testimonio dio a los que presenciaron el caso en la zona donde vivo!

Estuve en cama desde el 6 de enero hasta finales de marzo del 2017 y para abril del 2017 ya estaba completamente sana.

Agradezco al Señor, pues no me practicaron ninguna operación. El Señor me tocó por medio del paño de oración y me restauró lo que le enemigo me quitó.

Gracias y gloria al Señor Todopoderoso por encargarse de todo.

La Hermana Phina

Tanzania