22/03/2018
El paño de oración

Ahora sabemos que nos somos San Pablo, pero Tú todavía eres Jesús. No era él para comenzar; era Cristo. Y Tú eres el mismo Dios obrando por medio de la misma instrumentalidad del hombre como hiciste en ese entonces.

La cuenta regresiva (62-1125E)

Esta familia de Brazzaville, Congo, soportó una prueba de diez años con su hijo, hasta que recibieron un paño de oración de parte de nuestra oficina y pusieron por obra Hechos 19. Este es su testimonio:

Soy el Hermano Gilbert Akambo, el padre de Josué Akambo, y vivo en Brazzaville. Les envío este testimonio para la gloria de Dios.

Cuando Josué nació, su madre sufría de tuberculosis ganglionar (uno o más ganglios linfáticos se inflamaban gradualmente y se presentan síntomas como fiebre, pérdida de peso, fatiga y sudoración nocturna). Los médicos le impedían amamantar al niño con el fin de prevenir el contagio.

Desafortunadamente, la madre amamantó al niño de todas formas, pues no toleraba la leche artificial. Por consiguiente, el bebé contrajo la infección por leche materna y vivió con esta por un tiempo.

Trece años después, el niño empezó a mostrar síntomas severos de la enfermedad, así que intentamos todos los tratamientos posibles, pero fue en vano. Durante la distribución de las tarjetas SD en la oficina de VGR, el Señor me inspiró a llevarme un paño de oración para los enfermos y se le pusimos al niño.

Repentinamente, en el hospital, se desenmascaró al mismo demonio que atormentaba a su madre y, en cuestión de días, ¡presenciamos una recuperación total! Lo que no pudimos encontrar por años, se logró cuando le colocamos el paño de oración.

Dios siempre nos escucha y confirma Su Palabra; alabado sea Él para siempre.

Dios los bendiga,

El Hermano Akambo Gilbert

Veo dos pañuelos aquí en la plataforma, o en el púlpito, para que se ore por ellos. Miren, eso no es una superstición. Eso es Escritural. Es la Biblia. Muchos de Uds., quizás quieran un—un paño de oración. Ese es uno de los ministerios más grandes que tengo ahora.

Muéstranos al Padre (61-0521)

Y si quieren uno y en este momento no lo necesitan, pídanlo, consíganlo, guárdenlo en su Biblia en—en Hechos, capítulo 19. Les diré qué hacer con él. Y entonces guárdelo allí. Si el bebé se despierta enfermo una noche o alguien se lastima, saque ese paño y póngaselo, y vea qué pasa. Solo crean. ¿Ven? Y esa será su señal.

Jehovah-Jireh (61-0226)