07/01/2020
¿Mirando en un círculo?

No podemos razonar a Dios. A Dios nunca se le conoce mediante la ciencia, nunca se le conoce a Dios por—por poderes mentales. A Dios solo se le conoce por fe. El conocimiento nunca llevara a un hombre a Dios; el conocimiento lo aleja de Dios.

Lo que se necesita para vencer toda la incredulidad: nuestra fe (60-0729)
El Reverendo William Marrion Branham

Últimamente la comunidad científica ha estado muy emocionada por una teoría nueva con respecto a un universo esférico en lugar de plano (busquen “universo cerrado” en Google para ver los artículos). No obstante, estas son viejas noticias para los que escuchan las cintas del Hermano Branham.

La siguiente es una información de contexto:

La ciencia se define como “la actividad intelectual y práctica que consiste en el estudio sistémico de la estructura y el comportamiento del mundo físico y natural mediante la observación y la experimentación”.

Básicamente, significa que la ciencia intenta entender lo que sucede en nuestro entorno buscando información y usándola para sacar conclusiones.

El problema es que la ciencia solo puede rozar la superficie de todo el conocimiento que el universo puede ofrecer. Aun así, los científicos emplean su limitada información para sacar conclusiones extremadamente extrañas. Entonces, después de probar sus teorías, normalmente aprenden algo nuevo que cambia todo lo pensaban antes. ¿Recuerdan la historia que cuenta el Hermano Branham en la que la ciencia prueba que, si un hombre alcanzara la increíble velocidad de 50 kilómetros por hora, abandonaría la tierra? Bueno, parece que la ciencia está llegando a otro de esos momentos y esta vez se trata de la misma base de sus ideas con respecto al origen del universo. 

Hasta la fecha, los físicos han “probado” que el universo es plano y que es resultado de algo conocido como el Big Bang, que inició hace 14 mil millones de años. Dicen que antes del Big Bang el universo era “infinitamente pequeño”. Ya tenemos un problema con esta teoría. No hay infinidad (o eternidad) en la ciencia. ¡Su teoría dejó de tener sentido! ¿Cómo puede algo ser infinitamente pequeño o existir eternamente si ningún modelo matemático puede alcanzar realmente la infinidad? Deberían incluir la Biblia en sus estudios; les ayudaría a resolver su problema de infinidad o eternidad.

Continuemos:

El Big Bang ocurrió y algo (nadie sabe de dónde vino) produjo más cosas y todas esas cosas produjeron más cosas, y entonces, unos cientos de millones de años después, algo produjo la luz cósmica.

La luz cósmica iluminó el cosmos, por lo que los astrónomos pudieron ver todo lo que sucedía. Como ya había iluminación, observaron que el universo era plano, parecido a un frisbee. ¿Recuerdan al Hermano Branham decir que piensan que están viendo a millones de años luz? Estos son esos años luz. Se requirieron diferentes tipos de física avanzada y modelos matemáticos para llegar a esa conclusión; pero, como era de esperar, están empezando a darse cuenta de que estaban un poco equivocados (lo que ya sabíamos).

Recientemente, los expertos de la cosmología han descubierto que posiblemente el universo no es plano, sino que podría ser esférico, como una pelota. No solo podría ser esférico, sino que ahora dicen que, si uno viaja en una supuesta línea recta, “daría una vuelta y terminaría exactamente donde empezó” (frase tomada de livescience.com/universe-may-be-curved.html).

¿Les suena familiar? Esto es lo que el profeta dijo:

“Y van a descubrir, algún día, que tampoco están viendo ciento cincuenta millones de años luz en el espacio. Están yendo alrededor en un círculo”.

Cristo es revelado en Su Propia Palabra (65-0822M)
El Reverendo William Marrion Branham

Mmmm… ¿Cómo sabía eso en 1965?

Los científicos constantemente se autocorrigen mediante su conocimiento o carencia de este. El profeta, en cambio, simplemente dice lo que Dios lo inspira a decir y prevalece… para siempre. Hay libros de la Biblia de más de 4 mil años y ninguna palabra ha cambiado. ¡Eso sí es algo que podemos creer!

La evidencia Cristiana es sumamente diferente a la científica. Nuestra evidencia es la fe (“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, Hebreos 11:2). Esa misma fe ha encontrado la cura para el cáncer y para cualquier otra enfermedad (“Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias”, Salmos 103:2-3). La fe sabe exactamente de donde vino el universo (“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”, Génesis 1:1). La fe sabe que el hombre no evolucionó de otra forma de vida (“Creó Dios al hombre a su imagen”, Génesis 1:27). Y, sobre todo, la fe ha descubierto todos los secretos de la vida y está registrado en la publicación más ilustrativa alguna vez escrita (“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”, 1 Juan 5:11-13).

Si verdaderamente queremos saber la verdad, entonces lo único que debemos hacer es abrir la Biblia. Explica desde la creación hasta la eternidad, y todo el intervalo. La Biblia, por su perfección, también promete que el mismo misterio de Dios algún día sería revelado. Vivimos en ese día. Solo debemos creer.

Ahora, Dios es tan maravilloso. Parado en el gran observatorio no hace mucho, donde uno puede tomar ese lente y mirar, y ver a ciento veinte millones de años luz, entonces podía verse la inmensidad de Su universo. Y uno pensaba… Observamos este sol y pensamos que es el único sol. Hay soles y soles, y orbitas, y soles, y planetas y soles más allá de este hasta contar millones, y Dios, sobre todo este universo, se encuentra allí, gobernándolo. ¿Pueden imaginarse Quién es Dios? ¿Pueden formarse alguna idea de Quién es Dios y lo que es Él?

La resurrección de Lázaro (51-0729a)
El Reverendo William Marrion Branham

Una vez más, ¡ESO ES ALGO QUE PODEMOS CREER!