Quiero saludarlos y agradecerles por la gran bendición que me enviaron.
El 22 de octubre pasado recibí un paquete exactamente en el momento oportuno. Le pregunté a mis amigos y a mi pastor si me habían inscrito en una escuela Bíblica o algo. Abrí la caja y contenía estos sermones: Un prisionero, La más grande batalla jamás peleada, La fe perfecta y Obras es la fe expresada. ¡Qué sermones tan maravillosos!
Me dieron una nueva esperanza y mi aliento fue restaurado. El enemigo ciertamente está enojado conmigo, pues tomé la decisión de creerle al Señor y a Su Palabra. También he declarado que mi cuerpo ha sido sanado. Rechazo el diagnóstico de los médicos que me dijeron que padezco de cáncer, problemas del corazón, hipertensión y una hernia. Dios tiene el veredicto sobre mi vida.
Confío en que mi familia está esperando verme libre y completamente sano. Espero volver a la casa del Señor.
Queridos hermanos, gracias por toda su ayuda, sus oraciones y el tiempo que me dedicaron. Espero que pueda enviarles una ofrenda algún día, para contribuir en su ministerio que nos ayuda a tantos.
24 Jehová te bendiga, y te guarde;
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.<
¡Dios los bendiga siempre!
David