18/12/2015
Traducciones al suazi

Suazilandia, uno de los países más pequeños de África, se ubica en el extremo sudeste del continente y colinda con Mozambique en el oriente y con Sudáfrica en el norte, el occidente y el sur.

Su idioma principal es el suazi, el cual hablan aproximadamente 3 millones de personas por toda la región. Dado que sus fronteras solo abarcan 130 kilómetros de este a oeste y 193 kilómetros de norte a sur, este país a menudo se ve marginado entre este extenso continente; pero, en lo que se refiere a la obra del Señor, este pequeño país será escenario de grandes sucesos.

La labor de traducción al suazi comenzó en febrero de este año. Como probablemente se han dado cuenta leyendo Últimas Noticias, se está promoviendo mucho trabajo en este idioma. En solo ocho meses, se publicaron seis sermones nuevos en audio junto con su texto correspondiente y se tradujeron otros nueve cuyo audio pronto estará listo. Las traducciones de la Palabra Hablada se están llevando a cabo a un ritmo sin precedentes.

Uno de los factores son las nuevas herramientas de traducción, que están produciendo un gran efecto en la gran Máquina de Dios.

Por varios años, el suazi —también conocido como siSwati— ha pasado relativamente desapercibido como idioma principal debido a que lo consideran un dialecto secundario del zulú —uno de los idiomas más conocidos que se hablan en el país vecino de Sudáfrica—. De todos modos, las traducciones al zulú han producido un gran efecto en Suazilandia, como lo pueden acreditar las 14 iglesias, o más, que se encuentran en el país.

Sin embargo, hemos recibido recientemente informes sobre diferencias marcadas de dialectos entre en estos dos idiomas, las cuales dificultan la comprensión total de la literatura que poco a poco se ha abierto paso en Suazilandia al pasar los años.

El Hermano Phillip Mathunjwa nos contactó a principios de este año (febrero del 2015), para expresarnos su deseo de ayudar a VGR en las traducciones al suazi. La obra del suazi se promovió más cuando el Hermano Sandile Mabuza se integró al equipo unos meses después, en junio. Él se encarga de las revisiones, de las grabaciones y, cuando le queda tiempo, de una que otra traducción.

Su carga común de suministrar este Mensaje a las personas de Suazilandia se ha reflejado evidentemente en el trabajo que han desempañado hasta la fecha: grabar seis nuevos sermones traducidos y traducir otros nueve, además de tener cuatro más en el proceso.

  • Un guía (62-1014e)
  • La Voz de Dios en estos últimos días (63-0120m)
  • Dios es Su propio interprete (64-0205)
  • Poseyendo la puerta del enemigo después de la prueba (64-0322)
  • La simiente de discrepancia (65-0118)
  • Cisternas rotas (65-0123)

Es un logro sin precedentes en el desempeño de la obra de traducción en África del Sur. Jamás habíamos visto un nuevo equipo de traducción que completara esa cantidad de traducciones en tan poco tiempo. Es evidente que a estos hermanos les sirvió mucho la conferencia de traductores que se organizó hace poco en Ciudad del Cabo.

En la conferencia, recibieron un entrenamiento exhaustivo y consejos sumamente valiosos de veteranos en la traducción de VGR, algunos de los cuales llevan 20 años asociados con el trabajo. Es un lujo que a sus predecesores les habría encantado recibir cuando comenzaron a desempeñar sus oficios.

El equipo de suazi ya terminó las grabaciones de seis sermones y tenemos planeado tener listas unas cuantas más a finales de año.

Nos llena de alegría saber que cada creyente de Suazilandia podrá gozarse al escuchar la Voz escritural de nuestro día en su idioma natal.

Nadie puede expresarlo mejor que el Hermano Branham:

Ahora yo quiero preguntarle algo más. ¿Qué podría ser más dulce para un hombre que está anclado, recostado bajo el árbol siempre verde para escuchar el murmullo del arroyo? ¡Oh! Esa es la Iglesia sentada en lugares celestiales con la Voz de Dios susurrando dulcemente y hablándoles. ¿Ven lo que es? Es una condenación al pecador, y una bendición al que es salvo. Un hombre que su barco está seguramente anclado sobre la Roca, Cristo Jesús, y sólo se acuesta y escucha, ¡cómo él puede descansar! Entre en ese descanso.

La visión de Patmos, 60-1204e