28/12/2015
Fiel al llamado

La Hermana Elaine Erasmus lleva 25 años contribuyendo a la Obra del Señor. Al principio se encargaba de mecanografiar y ahora de revisar las traducciones efectuadas en Sudáfrica de muchos sermones del Hermano Branham. Su contribución fue y sigue siendo sumamente importante para la Novia de Cristo de ese lugar. Ya sea al percatarse de que hace falta una pablara o toda una frase, ella trabaja minuciosamente en el proceso de traducción a fin de cerciorarse de que la Novia reciba la Palabra hablada sin adulterar.

Con motivo de su año del Jubileo, el aniversario de su conversión al Mensaje de este día, el equipo consideró que sería muy apropiado compartir el testimonio de nuestra Hermana Erasmus, una hermana que ha sido fiel al llamado de su vida.

Nos regocija mucho tener la oportunidad de escribir este informe concerniente a una de las heroínas anónimas de la obra de traducción en África del Sur, una hermana llamada Elaine Erasmus.

Recientemente dedicamos tiempo a conversar con ella sobre sus primeros años para comprender bien cómo empezó a colaborar en la obra de traducción de Sudáfrica.

Se remonta a 1989 el día en que el Hermano Theo Erasmus (su difunto esposo) le consiguió un trabajo como la mecanógrafa del Hermano Allison Mbatha (zulú) —el primer traductor de Sudáfrica—. Después de eso, ¡le encomendaron más idiomas! Al principio, algunas traducciones de VGR que mecanografió las desaprobaron debido a errores de traducción que encontró nuestro departamento de revisión.

Ella sentía curiosidad por saber cómo pudieron encontrar esos errores, ya que ellos obviamente no entendían ninguno de los idiomas.

Entonces le explicaron el proceso de revisión: cada frase traducida se compara con la original en inglés; de esa forma se facilita encontrar frases, signos de puntuación o nombres que hacen falta.

Equipada con estos nuevos conocimientos, asumió la responsabilidad de revisar el texto de cada traducción después de mecanografiarla y pedirles a los traductores respectivos que lo corrigieran antes de enviarlo a VGR.

Como cada vez tenía que mecanografiar en más idiomas y aumentaron las traducciones en cada idioma, ¡su trabajo se incrementó demasiado!

Afortunadamente el Señor proveyó una forma de aligerar su carga. VGR les suministró computadores a todos nuestros traductores; de ese modo podían transcribir sus traducciones por sí mismos.

Después de que su esposo falleció en 1998, el Hermano Joseph le escribió una carta para preguntarle si quería trabajar con VGR en el departamento de revisión de los sermones traducidos. En referencia a esa carta, ella comentó: “El Señor debió colocar en el corazón del Hermano Joseph el deseo de preguntarme”. Luego me contó cuánto le importa este trabajo y dijo que le da una razón para vivir. Pronto estábamos luchando por retener las lágrimas.

Le expresé mis agradecimientos por la minuciosa labor que desempeña en las revisiones. Luego le recordé las incontables almas que se han beneficiado de su dedicación y perseverancia durante estos años. Quizás aún no nos demos cuenta del efecto de su trabajo, pero algún día en el otro lado, ¡lo sabremos!

En lo transcurrido del 2015, ha revisado 133 traducciones en 13 idiomas. Es difícil determinar toda la trascendencia de su contribución, pues su labor garantiza que cada traducción esté lista para enviar a VGR (un paso menos para imprimir) y le ahorra incalculables horas al personal de VGR de Jeffersonville.

¡La luz del Mensaje la alcanzó en 1965! 50 años después, ¡el Mensaje sigue ardiendo en su corazón y es “su razón para vivir”!

Ella está grandemente agradecida por la oportunidad de trabajar con la Palabra de Dios, que fue hablada por el profeta de Malaquías 4. Consideramos bastante apropiado publicar este artículo en su año del Jubileo, en el que se cumplen exactamente 50 años desde que creyó por primera vez.

Dios los bendiga,

Steven Young

Equipo de traducción de Sudáfrica