Este año el Señor fue misericordioso con nosotros al concedernos otra oportunidad de reunirnos y gozar de una entrevista individual con el Señor Jesucristo durante el Tiempo a Solas. Como siempre, fue una ocasión muy especial y el poder congregarnos y compartir con nuestros hermanos y hermanas le dio un toque único. Después pasamos un momento especial de oración y el Señor verdaderamente nos acompañó.
Luego de un rato de compañerismo y una merienda, nos reunimos en torno a la fogata para cantar alabanzas al Dios Altísimo, quien es nuestro Padre. Los recuerdos de esa noche perdurarán, infundiéndonos ánimos. El efecto del compañerismo nos aprovechará durante bastante tiempo, pues nos reunimos con águilas que enfrentan las mismas tormentas y aprenden con la Palabra a desplegar sus alas y remontar vuelo, a pesar de las dificultades.
Ciertamente somos privilegiados al haber recibido a Cristo por medio de este Mensaje y poder contar el uno con el otro como obsequios de Dios. A medida que se envilece esta edad día tras día, los jóvenes se unen a Cristo, la Palabra, y el uno al otro, como el cuerpo de Cristo, recibiendo e infundiendo alientos para librar la batalla.
Este evento de YF es una de las muchas bendiciones que Dios ha concedido a los jóvenes de Zimbabue para “animar a los creyentes jóvenes en su caminar con Cristo”.