En la tarde, cuando aterrizamos en el aeropuerto de Bhubaneshwar, nos dirigimos en tren al distrito de Bhunj, que se encuentra a 248 km de la capital de Odisha (Bhubaneshwar).
El décimo día a las 10:00 a. m. nos reunimos en una aldea llamada Dantiamuhan. Después de poner la cinta y dar una lección breve sobre nuestro profeta, cuatro creyentes pasaron adelante para aceptar a Cristo y se prepararon para bautizarse. Todos creían en el hinduismo.
En nuestro viaje anterior, aproximadamente treinta creyentes aceptaron este Mensaje y se bautizaron en el Nombre del Señor. Por tanto, esta vez, enseñamos sobre Hebreos 1:1-2, Juan 5:24; 17:17-21 y la Voz de Dios en esta edad perversa.
Una vez más, en el mismo lugar, después de escuchar la cinta y presentarles el hombre de Dios mediante la Biblia, reconocieron que esta es la Voz de Dios de la hora. En tres aldeas diferentes, abrimos tres iglesias del ministerio de la cinta con el liderazgo del Espíritu Santo. Un muchacho de las cintas pone la cinta cada domingo. Estamos agradecidos con nuestro Señor.
Luego, partimos a otro distrito llamado Kandhamal. Nos encaminamos a las 3:00 p. m. y llegamos a Sarnagada (distrito de Kandhamal) a las 6:30 de la mañana siguiente. De allí, avanzamos 40 km hacia una aldea tribal remota. Nos acogieron con sus actos tradicionales de bienvenida y danza.
Primero los instruimos sobre velo de las mujeres. Luego les presentamos a nuestro profeta y les mostramos el video Un abismo llama a otro abismo. En estas aldeas llegan a cortar la electricidad por días. Mostramos el video en un portátil con un altavoz externo.
A la mañana siguiente, aceptaron alegres el bautismo en el Nombre del Señor y los bautizamos a todos, excepto a cinco jóvenes. La escuela bíblica los había instruido; no obstante, invitaron al pastor local, el Hermano Peter, para que aclarara sus dudas. Otros dieciséis aceptaron el Mensaje, incluyendo al pastor. Su familia se bautizó y nos acompañó.
Les entregamos seis paquetes de CD en oriya y cuatro reproductores de CD.
Confiamos en que los hermanos que faltaron también se bauticen.
Gracias a nuestro Señor Dios por Su gran obra.
Con amor y en SU servicio,
El Hermano John