Aquel gran monstruo que está allá, que se dio vuelta en Alaska hace unos días, nuevamente movió su cola hoy en la mañana ahí por Washington. Fácilmente podría dirigirse hacia acá.
Escogiendo Una Novia (65-0429E)
Los Ángeles, California
1964
El "gran monstruo", al que se refería el Hermano Branham en la cita anterior, causó uno de los terremotos más poderosos que se han registrado. El terremoto de magnitud 9,2 azotó Anchorage Alaska el Viernes Santo del 27 de marzo de 1964. Antes que ocurriera el terremoto, el Hermano Branham se encontraba en un lugar remoto cerca de Klondyke, Arizona, cuando un torbellino descendió delante de varios cazadores en el campamento, cortó las copas de los árboles y arrancó rocas de la ladera del cañón. Después, el Hermano Branham hizo esta declaración: “Juicio está cayendo en la Costa Oeste”. La profecía se cumplió cuando el terremoto golpeó Alaska dos días después.
1965
Biltmore Hotel, Los Ángeles
El 29 de abril de 1965, el Hermano Branham se encontraba en el Hotel Biltmore de los Ángeles predicando el sermón Escogiendo una Novia. Al principio del servicio, menciona que el monstruo que causó el terremoto de Alaska “nuevamente movió su cola hoy en la mañana ahí por Washington”. Se refería al terremoto de 1965 en Puget Sound, cerca de Seattle. Según la ciencia, su magnitud fue de 6.7.
Más adelante en ese sermón, el Hermano Branham dio esta famosa profecía:
Tú, ciudad, que dices ser la ciudad de los Ángeles, que te has exaltado hasta los cielos y has enviado todas las cosas inmundas de modas y demás, al grado que países extranjeros vienen hasta acá para copiar nuestra inmundicia para exportarla lejos, con tus finas iglesias y sus campanarios y demás, así como haces. Recuerda: un día, estarás en el fondo del mar, estás carcomida por debajo ahora mismo. La ira de Dios está eructando debajo de ti. ¿Cuánto tiempo más mantendrá Él este banco de arena allí encima de eso? Siendo que ese océano allá, con una milla de profundidad, se deslizará allí, hasta el Mar Saltón. Será peor que el último día de Pompeya. ¡Los Ángeles, arrepiéntete!
La ira de Dios está eructando debajo de ti.
Cuando describió "el monstruo", mencionó Alaska, Washington y, por supuesto, Los Ángeles. Lo que la ciencia no sabía en ese momento era que estas tres zonas tienen algunas similitudes importantes.
Durante generaciones, la gente ha sido consciente de los peligros que implica la falla de San Andres. En 1906, causó un terremoto de magnitud 7.9 que destruyó la ciudad de San Francisco (días después de comenzar el avivamiento de la calle Azusa), y los científicos dicen que puede causar un terremoto mucho más fuerte que ese.
La falla de San Andrés comienza en Baja California, en el oeste de México, sube por toda la costa occidental de California y luego se adentra en el Océano Pacífico en la región del extremo norte de California. La falla de Cascadia está situada frente a la costa norte de California, se extiende hacia el norte por toda la Costa Oeste y pasa por la isla de Vancouver en Columbia Británica, Canadá. Según los geólogos esta falla causó unos de los terremotos más fuertes en Norteamérica durante la prehistoria. Y luego está la enorme falla de las Aleutianas, frente a la costa de Alaska, la cual provocó el Terremoto de Alaska de 1964.
Todas son muy peligrosas, pero la ciencia ahora está empezando a comprender lo que el profeta llamó el "gran monstruo" allá en 1965: estas fallas están conectadas.
Estas fallas están conectadas
La revista Newsweek publicó un artículo el 19 de diciembre de 2019 que decía lo siguiente (refiriéndose al sistema de fallas de Cascadia frente a la costa de Washington):
Según el gobierno canadiense, han ocurrido 13 mega terremotos en la zona de subducción en los últimos 6.000 años. “Algunos han ocurrido dentro de intervalos cortos de 200 años y otros amplios de 800 años. El último fue hace 300 años." […] Los terremotos en Cascadia pueden desencadenar terremotos en el extremo norte de San Andrés […] Esto ocurrió al menos ocho veces en 2.800 años […] Esta evidencia nos ha obligado a concluir, como lo hicimos antes, que estas dos grandes fallas están interactuando, una desencadenando a la otra, en un lapso corto de tiempo. Las evidencias apuntan claramente que primero será Cascadia y, poco después, la de San Andrés.
El artículo termina con la siguiente conclusión:
Significa que el daño incalculable que producirá el siguiente terremoto que ocurra, puede incluir a ambas fallas…
Recuerden lo que el profeta nos dijo mientras hablaba en Los Ángeles: “Aquel gran monstruo que está allá, que se dio vuelta en Alaska hace unos días, nuevamente movió su cola hoy en la mañana ahí por Washington. Fácilmente podría dirigirse hacia acá”.
Algo que genera más preocupación que estos hallazgos recientes, es lo que los geólogos han comentado últimamente con respecto a la frecuencia con que estas fallas presentan una ruptura grave. Casi se ha llegado a un consenso sobre el retraso de un gran terremoto en las fallas de la Costa Oeste, incluidas la de San Andrés y la de Cascadia. Puede suceder cualquier día.
Puede suceder cualquier día
A menudo pasamos por alto la magnitud de las palabras de los profetas. El simple hecho de que el Hermano Branham incluyera a Alaska, Washington y California al referirse al "gran monstruo", muestra que tuvo una revelación mucho mayor a la de los científicos más respetados de su época. Hace 50 años, se habrían reído de lo que dijo. Hoy, están descubriendo que es la verdad.
La ciencia cambia, pero la Palabra de Dios permanece igual. El Hermano Branham dijo: "Será peor que el último día de Pompeya. Los Ángeles, Arrepiéntete". Y esas palabras pronto se cumplirán.
Desde ese terremoto, hay una grieta de dos o tres pulgadas [5 a 7 cm] que se abrió en la tierra, comenzando en Alaska, pasa por las Islas Aleutianas, sale como a ciento cincuenta o doscientas millas en el mar, vuelve a surgir en San Diego; abarca California, o Los Ángeles, y sale nuevamente un poco más abajo de la parte norte de California, por un lugarcito llamado San José, un poco más abajo.
Y este científico estaba hablando, siendo entrevistado; lo estábamos viendo por televisión. Y él dijo: “Debajo de eso hay lava hirviendo”. Y él dijo esto, dijo: “Sucederá que un pedazo se va a desprender” y dijo, “y así será”. Y este que entre-…
El hombre, el científico entrevistando a este científico importante, le dijo, comentó: “Bueno, ¿entonces todo eso pudiera hundirse?”.
Él dijo: “¿Pudiera? ¡Tiene que suceder!”.
Le dijo: “Pero, desde luego, probablemente será de aquí a muchos, muchos años”.
Él dijo: “Puede ser dentro de cinco minutos, o puede ser dentro de cinco años”. Él sólo le dio cinco años.
Pero tan cierto como yo estaba parado allí bajo esa Inspiración, pronunció juicio sobre esa Costa Occidental, y luego siguió inmediatamente aquí arriba con el hundimiento de Los Ángeles: ¡ella está sentenciada! Correcto. Eso sucederá. ¿Cuándo? Yo no lo sé.