Sí, hermana, la de guantes negros y que tiene así las manos. Levántese, míreme en esta dirección. Si no le cito su oración, lo que estaba orando, que escuché en otra dimensión, otro mundo, le digo lo que estaba orando, ¿Creerá que Jesús la oyó a usted? Y Su… ¿Esta es Su unción? ¿Quién oye la oración? Cristo. Usted oraba por una dolencia de la vejiga. Y oraba por una dolencia del colón y le pedía a Dios que yo le hablara a usted. ¿Es cierto? Si así es, quiero que se ponga de pie por un minuto para que la gente lo sepa.

Un verdadero, verdadero papá no azotaría a su hijo cuando él está tratando de caminar, si él se cae en el piso. El extiende hacia abajo una mano grande y fuerte y lo levanta, ambas manos lo agarran, dice: “De esta manera se hace, hijo. Camina así”. ¡De esa manera Dios lo hace con Su Iglesia! Extiende su mano y lo toma en Su brazo, lo levanta y dice: “Camina así, hijo.

Ahora, si usted sigue su propio camino, queda fuera del camino de Dios. Y si abandona su propio camino, usted entra en el camino de Dios. Dios puede hacer Su voluntad cuando usted renuncia a la suya. Pero mientras usted haga su voluntad, Dios no puede hacer Su voluntad. Por tanto, usted tiene que escoger lo uno o lo otro. Así que rechacemos nuestra propia voluntad y permitámosle a Dios hacer Su voluntad.

“Yo ya lo hice; está concluido. Solo quiero que extiendas tu mano y lo tomes. Eso es todo”. ¿Ven a lo que me refiero? Abra-… Lo único que tenía que hacer Abraham era permanecer en Su pacto. No tenía que hacer nada en el pacto; Dios ya lo había hecho con él. Él solo tenía que permanecer aferrado. ¡Aleluya! Ahora empiezo a sentirme religioso. ¿Ven? Cuando sabemos esto, que lo único que debemos hacer para heredar cualquier promesa de Dios, es permanecer aferrados a la Palabra de Dios, no permita que nada lo mueva de Ella.

Fíjense, Dios puede enviar muchos ángeles; todos tenemos ángeles de la guarda. Los hijos de Dios, Dios… Jesús dijo: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque sus ángeles ven siempre el rostro de Mi Padre que está en los cielos”. ¿Es cierto? Tengan cuidado con lo que hacen contra los Cristianos. Mejor le fuera—mejor le fuera que se le ahogara en el mar con una piedra en el cuello antes de que hiciera tropezar a uno de ellos. Tengan cuidado. ¿Ven?

Job dijo: “El temor que más me espantaba me ha venido”. Vean, usted no… Usted necesita sobrepasar todo, al punto donde no tenga condenación ni nada más. Deben vivir como verdaderos Cristianos. Vivan en la Presencia de Dios; vivan a diario, a toda hora, a todo momento. No digan nada, no hagan nada, no vayan a ninguna parte. Que todo lo que hagan sea a la semejanza de Cristo, todas sus acciones. Dios requiere que nos abstengamos absolutamente de todas las cosas del mundo: separación. El mundo quiere los que se mezclan.

Ahora, no es cuestión de si Él lo sanará o no. Es cuestión de si Él está vivo o no. Si Él está vivo, cumplirá Su promesa. Si no lo está, solo es una historia mítica que escuchamos de algún lugar y eso es todo.

¿En qué confían esta mañana? ¿Buenas obras que hayan hecho? ¿Alguna iglesia a la que pertenecen? ¿En verdad están apoyados en la Palabra de Dios? ¿En verdad tienen experiencia? ¿Han oído que…? ¿Han tenido una conferencia privada con Dios y volvieron los resultados como en el día de Pentecostés?

Fíjense. Pero ahora, en esto, cuando Josué escogió primero la Palabra y puso primero la Palabra, cruzó hasta el otro lado. Y Dios le había dicho: “Como estuve con Moisés, así también estaré contigo. No te fallaré. Estaré contigo. Ningún hombre podrá interponerse ante ti, todos los días de tu vida. Te acompañaré allí mismo. No temas lo que sucederá. Allí estaré”. ¿Entonces qué, con una comisión así, qué podía hacer Josué, sino poner primero la Palabra? Amén. Allí lo tienen. Con una comisión de Dios, ponga primero la Palabra. Y produjo un día de victoria. Oh, tiene que suceder. Eso es todo.