21/02/2018
Emprendiendo la distribución, parte dos

Miércoles, 6 de diciembre

Temprano en la mañana, partimos del hotel y llenamos el tanque de diésel, para fijar rumbo a Mesa Colorada. Abandonamos la carretera pavimentada para remontar las montañas por un camino de tierra.

Desde la carretera asfaltada hay que recorrer 74 km hasta Mesa Colorada. Solemos tardar tres horas, contemplando los paisajes, subiendo y bajando las cuestas, y pasando por barrancos a ambos lados de la carretera. Finalmente, llegamos a la casa del Hermano Zenón.

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Apenas arribamos, nos pidieron que lleváramos a cabo un servicio; están hambrientos de la Palabra de Dios. Ese día el Hermano Ricardo se dirigió a la gente en cuanto al hecho de escuchar Su Voz, su importancia y cómo las nuevas tecnologías disponibles facilitan el acceso para este fin.

Permanecimos en Mesa Colorada hasta el sábado, 9 de diciembre, para enseñarles a los hermanos a usar la Tableta Agapao y animarlos a seguir luchando. Sabemos que los eventos modernos son aclarados por la Palabra de Dios mediante Su profeta. Lo que estamos presenciando es el cumplimento de lo que el Hermano Branham nos dijo en el Mensaje, así que debemos estar listos para partir. Sin duda, desde que conocimos al Hermano Zenón, su luz se ha fortalecido, en especial desde que recibió las tarjetas microSD. La Palabra se ha manifestado con más y más claridad. Nos preguntaron: “¿Cómo sé que recibí el Espíritu Santo?”. Nos remitimos al Mensaje para mostrarles lo que el Hermano Branham dijo en algunos mensajes de 1964:

Y, ¿ven?, justamente delante de nuestros ojos, y no está en una esquina. Se conoce mundialmente. Jesús, el Hijo de Dios, revelándose a Sí mismo por medio de las Escrituras, haciendo vivir aquella Escritura que ha sido predestinada para este día, así como fue para aquel día y todos los otros días. Y, creerlo, es la evidencia del Espíritu Santo.

La Fiesta de las Trompetas (64-0719M)

Con la Tableta Agapao, pudimos encontrar muchas citas donde el Hermano Branham contesta esto.

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El sábado, con dolor en el corazón, tuvimos que decir: “Hasta que nos encontremos de nuevo”, partiendo de lo alto de las montañas de Chihuahua para descender al valle de Sonora.

En la tarde nos reunimos con el Hermano Israel Sol y por la noche visitamos a un hermano de su iglesia con quien pasamos horas platicando sobre el Mensaje de Dios. 

Domingo, 10 de diciembre

El Hermano Israel Sol le pidió al Hermano Ricardo que predicara, así que él usó el mensaje El Rapto (65-1204) e hizo énfasis en que leyeran atentamente y se fijaran en los detalles que estaban ocultos en las Escrituras y han sido revelados por el profeta que envió Dios. Pablo indicó el orden del Rapto, pero no lo explicó. Entonces Dios, para cumplir Su Palabra, envió un profeta y declaró todos estos misterios a Su Novia.

Llegamos a Tetabiate, una pequeña aldea del pueblo yaqui, donde la mayoría de las casas están construidas con ramas y lodo, y los techos con hojas de palma. Más que llevar a cabo un servicio, hablamos con ellos y les testificamos que Dios ha sanado a muchos hermanos y hermanas cuando escuchaban las cintas. El Hermano Ricardo les contó del tumor que tenía en el pulmón. Al borde de la muerte y preparado para partir, le pidió a Dios que lo ayudara. El Señor le concedió su salud.

Luego de relatar estos testimonios, les pedimos un dispositivo para instalar la tarjeta microSD, de manera que pudieran disponer de todos los mensajes en español. Contaban con celulares para este fin y sus rostros simplemente reflejaban agradecimiento. Las hermanas Esmeralda y Betty y su papá, el Hermano Antonio, se regocijaron con este regalo especial.

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Nos preocupa el pueblo yaqui. Son gente muy humilde y pobre. Notamos que no son muy accesibles y es difícil disuadirlos de sus creencias. No obstante, cuando algo les parece real, lo examinan detenidamente. Entonces, si cuadra con la Palabra de Dios, se aferran a eso con todo su ser; una fe simple, pero firme.

Regresamos a Vicam, donde pasamos la noche.