Lunes, 11 de diciembre
Ese día fuimos a testificarle a una familia de Bahía de Lobos, una comunidad indígena que vive a la orilla del mar, compuesta principalmente por pescadores.
Arribamos a la casa del Hermano Juan Bacasehua, un hermano que asistía a una iglesia trinitaria. Nuestro Hermano Israel Sol empezó a visitarlo por comisión del Señor y a compartirles el Mensaje de Dios y, desde entonces, no ha desistido.
Nos llevaron a la playa y permanecimos testificando del Mensaje, de lo importante que es para Dios revelar Sus misterios y del profeta que Él envió para cumplir Su Palabra. Cuando regresamos a su casa, les mostré el video Un abismo llama a otro abismo y el de la versión Hero de la Tableta Agapao . Habiéndoles entregado el Mensaje, ahora deben escudriñar sus corazones y decidir aceptarlo o rechazarlo. Todo el día demostraron mucho interés en lo que discutíamos.
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Martes, 12 de diciembre
Nos despedimos del Hermano Israel y su familia, y nos dirigimos a San José de Bácum, donde nos reunimos con el Hermano Ramón Flores y conversamos sobre el Recorrido Agapao. Durante la conversación con el Hermano Ramon, notamos que está muy emocionado de recibirnos en el Recorrido Agapao.
En la tarde, pasamos por la iglesia del Hermano Sergio Flores, donde hablamos sobre las bendiciones de Dios que gozamos con los CD MP3 y luego con las tarjetas microSD, pero ahora, para coronar, tenemos la Tableta Agapao.
Pasamos la noche en San José de Bácum, en la casa de Hermano Ramón.
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Miércoles, 13 de diciembre
Nos despedimos del Hermano Ramón Flores y su familia, y nos encaminamos a Ciudad Obregón para visitar al Hermano Ramón Ponce.
Hablamos con el Hermano Ponce sobre el Recorrido Agapao y lo invitamos al lugar donde lo llevaríamos a cabo. Le pedimos que participara cuando visitáramos su ciudad.
De Ciudad Obregón partimos hacia Villa Juárez, donde nos reunimos con el hermano Rafael González. Le mostramos la Tableta Agapao y su versión Hero. Les dimos la oportunidad a él y su familia de utilizar estos dispositivos. Sus hijas, aunque estaban tímidas, abrieron las revistas de Cub Corner y, ¡vaya!, ¡aprendieron a usar la tableta muy rápido! Informamos al Hermano Rafael sobre el Recorrido Agapao para tener en cuenta su opinión, saber a qué lugar sería más conveniente que fuera su iglesia y demás. El Hermano Rafael se veía muy emocionado por el recorrido y ansioso por ayudarnos con su mayor esfuerzo.
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Como a la hora, nos dijimos “hasta que nos encontremos de nuevo” y emprendimos el camino de regreso a Monterrey. Condujimos hasta Torreón, donde paramos para descansar, y retomamos el trayecto hacia Monterrey.
Al concluir el viaje, habíamos abarcado toda la región norte de México, desde Tijuana y Baja California, hasta Matamoros y Tamaulipas. Pasamos por zonas elevadas a más de 2700 metros sobre el nivel del mar y otras ubicadas a 10 metros bajo el nivel del mar. Con la ayuda del Señor, distribuimos unos 6033 libros del Mensaje. Visitamos aproximadamente 200 lugares, que incluían iglesias con más de 300 miembros o hasta grupitos de dos o tres. No se ha aligerado la carga que Dios ha colocado en mis hombros de llevarle el Mensaje a todos. Llevo casi seis meses viajando y distribuyendo Vida Eterna a los hermanos del norte de México.
Les agradezco mucho, mis queridos amigos y hermanos en Cristo, por todo lo que hacen por la Novia del Señor Jesucristo de mi país. Oramos para que Dios los bendiga ricamente a todos.