11/01/2016
Cartas de prisioneros

31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,

32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?

38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?

39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Mateo 25:31-40

La mayoría conocemos a alguien que está o estuvo en prisión; por tanto, muchos de nosotros abrigamos un gran aprecio por el ministerio en las prisiones. Hombres poderosos como Juan el Bautista y el apóstol Pablo estuvieron en la cárcel y aun la Biblia nos enseña que cuando visitamos a los reclusos estamos prestándole ese servicio al mismo Señor Jesús. Así es, el ministerio en las prisiones es muy importante.

Siempre que publicamos un artículo de “Cartas de prisioneros”, nos preguntan cómo suministrar material del Mensaje a seres queridos que están recluidos. A continuación encontraran las respuestas a las preguntas más frecuentes:

  1. ¿Son gratuitos los libros para los reclusos?
    • ¡Sí! Los libros que enviamos son gratuitos.
  2. ¿Cómo puedo enviar libros a un amigo o un ser querido que está en prisión?
    • Envíe un correo electrónico a vogr@branham.org que incluya el nombre, la dirección y el número del preso. Como otra alternativa, el preso puede escribirnos para solicitar libros.
  3. ¿Ofrecen un plan que envíe libros automáticamente cada mes?
    • No, pues a los presos los trasladan con frecuencia y no les reenvían la literatura. Ya sean ellos o un tercero tienen que enviar una solicitud cada vez que necesiten material.
  4. ¿Cómo pueden saber los presos qué material tienen disponible?
    • En cada envío incluimos una lista de libros.

Los siguientes son extractos de las cartas que recibimos del ministerio en las prisiones:

Aquí en la prisión, he leído la Biblia de principio a fin, pero nunca leí lo que menciona el Hermano Branham. Entonces empecé a leer los mensajes y la Biblia juntamente y descubrí que de hecho mucho de lo que dice el Hermano Branham hace que la Biblia cobre vida y se entienda más.

Texas

Esta es la primera vez que les escribo y espero que puedan ayudarme, pues siento una gran hambre por las cosas de Dios y necesito más de lo que ustedes tienen.

Mississippi

Gracias por la ayuda que me han brindado. No tienen idea de lo importantes que son estos libros para mí y para otros reclusos. En las circunstancias más difíciles, estos libros son nuestra única ayuda.

Virginia

Soy de México y creo este Mensaje que impartió el Hermano Branham. He tenido el mismo sueño en tres ocasiones, en el cual estaba acompañando al Hermano Branham; por tanto, sé que él es un hombre enviado de Dios. Disfruto los libros y lloro siempre que los leo. Espero que me entiendan. Por favor envíenme más libros para poder leérselos a otros y ayudarlos a recibir la fe suficiente para ser sanos.

Texas

Llevo cinco años recibiendo material de ustedes y aún siento hambre por más de sus libros. Gracias por su ayuda.

Virginia

Después de leer Las edades de la Iglesia, me sorprende que alguien le dedique tiempo a leer algo más (excepto la Biblia), cuando pueden recibir la verdad directamente del profeta de Dios.

Sudáfrica

Supongo que me llamarían un sabelotodo cínico. Verán, siempre que alguien comentaba algo de la Biblia, inmediatamente le contestaba: “Te prestaré atención si me dices Quién fue Melquisedec”. Obviamente nadie sabía responder y la mayoría ni sabía de Él; entonces todo eso se derrumbó. Verán, solicité algunos libros y me enviaron ¿Quién es este Melquisedec? Bueno, para no extenderme, quedé atónito; luego, pensé que valdría la pena. Como ven, nadie sabe Quién es Melquisedec. Bien, cuando empecé a leer, solo levanté el rostro hacía el cielo y clamé: “Gracias Dios; ¡Tú eres real y Te creo!”. No sé cómo describir las bendiciones que ustedes me enviaron. Créanme, les testificaré y les daré folletos a todos.

Kentucky

El capellán me preguntó si leía la Biblia y le contesté: “No, señor. No soy lo suficientemente inteligente como para entenderla en lo más mínimo”. Él me aconsejó que leyera este libro. Nunca antes había leído algo similar y pude entenderlo. Él me preguntó si lo había disfrutado y contesté: “Por supuesto que sí. Hasta lloré y también noté que se refería a la Biblia”. Me entregó un sobre y me dijo que escribiera a esta dirección para que me enviaran más material esclarecedor. Por eso les escribo esto. Quiero aprender más de la Biblia y de Jesucristo.

Arkansas

Siempre supe que existía Dios. ¿Cómo negarlo? No era constante asistiendo a la iglesia; pero cuando estaba a solas simplemente desistí, no había nada allí. Bueno, como habrán imaginado, terminé en la cárcel. Apenas llegué a mi celda, alguien me entregó un libro y me dijo: “Léelo”. Bueno, era el libro Las edades de la Iglesia, algo distinto. Les pregunté allí: “¿De dónde vino esto? Algo así jamás había llegado a mis oídos o siquiera a mi mente”. Alguien dijo: “Intenta leer este” y me entregó Los Sellos. No tardé en darme cuenta de que Dios no es alguien que mora allá arriba en los cielos, sino un Ser real y viviente que se encuentra aquí, en este momento. ¡Vaya!, no es un libro de historia.

Texas

Llevo recluido en esta institución poco más de un mes y me quedan dos años más para cumplir mi sentencia. Pero la Biblia dice que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”; por tanto, creo que Dios me bendecirá mientras permanezca aquí. Quiero llegar a ser una mejor persona para con Dios y el prójimo. Creo que Dios me perdonó por mis pecados y está ofreciéndome una oportunidad de encontrarlo a Él.

Alabama

No puedo describir el gozo que me inundó cuando recibí el paquete de libros que me enviaron. Fue como un maravilloso regalo de cumpleaños. Los libros son magníficos. Qué estimable es el Hermano Branham. Ya había leído literatura de otros ministros, pero cuando leo estos libros, de verdad puedo sentir que tienen el poder del Espíritu Santo. ¡Qué bendición!

Texas

Que el Señor Dios Todopoderoso los siga bendiciendo en su ministerio, pues muchos de los que estamos en prisión nos beneficiamos de Uds. Le pido a Dios que me muestre cómo servirle.

Nueva York

Gracias por los libros que me enviaron. Fui criado católico, pero alguien me regaló uno de sus libros y pude darme cuenta de que esta es la verdad.

Alabama

Acabo de leer dos de los mejores libros que he leído en los 55 años que he vivido: Las edades de la Iglesia y Los siete Sellos (de Dios). Nunca antes había aprendido tanto de Dios. Sentí que estaba sentado junto al Trono escuchando a Dios explicar todo. Por favor, envíenme más mensajes del profeta.

Arkansas