20/01/2020
Una entrevista con el Reverendo Branham, parte 1

Estábamos explorando nuestros archivos y encontramos un tesoro más valioso que el oro puro. La siguiente entrevista se llevó a cabo en la casa del Hermano Branham en 1954 y la dirigió uno de sus directores de campañas y ministro asociado antiguo: el Reverendo Gordon Lindsay.

Una entrevista con el Reverendo Branham

(Grabado mediante transcripción eléctrica)

PREGUNTA: Hermano Branham, en vista de los últimos acontecimientos mundiales, ¿cree que el juicio del mundo está cerca?

EL HERMANO BRANHAM: Sí, así es. Creo que con la falta de resolución por la paz, las guerras y los rumores de guerras, el tiempo del juicio está muy cerca.


PREGUNTA: ¿Tiene alguna opinión con respecto a la situación de Corea? ¿Cree que la condición mundial está de mal en peor o cree que mejorará y llegará una era de paz

EL HERMANO BRANHAM: No creo que tendremos una paz real hasta que Jesús venga. En ese momento, los Reinos de este mundo se volverán los reinos de nuestro Señor y entonces habrá paz en la tierra. Hasta entonces, no espero que haya paz, sino que los tiempos empeoren más y más.


PREGUNTA: Es evidente que Dios lo ha usado de una forma extraordinaria en el inicio de este gran Avivamiento mundial de salvación y sanidad. ¿Cree que ocurrirá algo más grandioso de lo que hemos visto?

EL HERMANO BRANHAM: Sí, lo creo, Hermano Lindsay. Creo que nos esperan cosas más grandiosas. Verdaderamente creo que, a la luz de la Palabra de Dios, estamos cerca de algo más grandioso de lo que hemos visto; una repetición, diría yo, de los días apostólicos, como está escrito: “porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él” (Isaías 59: 19). Los días son cada vez más perversos, pero la Iglesia de Dios se está preparando.


PREGUNTA: ¿Cree que se necesita una nueva organización religiosa?

EL HERMANO BRANHAM: No, Hermano Lindsay, ya tenemos muchas organizaciones religiosas. De hecho, unas buenas. Creo que muchas se basan en gran parte en la Palabra de Dios. La verdad no creo que existirá otra organización exitosa, pues creo que estamos viviendo en el tiempo del fin. Colocando a Moisés de antaño como un tipo de la organización, que era la Ley, recordamos que Moisés se glorificó a sí mismo ante el pueblo, en lugar de glorificar a Dios, y no le fue otorgado el privilegio de pasar a Canaán con los hijos de Israel. Pero, después de Moisés, llegó Josué. Él es un tipo de este gran avivamiento que está llevando a la Iglesia a la experiencia de la tierra de Canaán. Josué es un tipo de lo que siempre estaba bien en la Iglesia. Estas cosas han permanecido en la Iglesia, pero no han sido reconocidas. A Moisés lo sacaron del camino y Josué llevó a los hijos de Israel a la Tierra Prometida. Muchas de las organizaciones de hoy —no todas— han tratado de glorificarse ellas mismas y ver cuál podía conseguir más miembros, y criticarse mutuamente y hacer proselitismo, etc. Hoy, Dios lidia especialmente con individuos, los llama de cualquier iglesia, a los genuinos de corazón, los prepara para entrar a la Tierra Prometida al observar las señales y las maravillas de este ministerio de los últimos días que está aconteciendo ahora.


PREGUNTA: Esta pregunta es concerniente a su ministerio: algunos han afirmado que usted declaró que su poder estaba en su mano izquierda. Siempre lo hemos escuchado decir que Dios es el Sanador y que Dios simplemente le permite detectar el tipo de enfermedad por medio de su mano izquierda. ¿Es cierto esto?

EL HERMANO BRANHAM: Con gusto le responderé esta pregunta. Muchas veces, esto se ha mal entendido y ha causado que la gente piense que tenía algo como magia en mi mano izquierda. Esto es un error: ningún hombre tiene el poder para sanar a alguien. La sanidad fue comprada por la muerte de Cristo en el Calvario, así también Él aseguró nuestra salvación. Lo único que pueden hacer los hombres en la vía de la Sanidad divina es señalar para la gente la obra de Cristo en el Calvario y ayudarlos a tener fe en lo que Él ya hizo por nosotros.

Cuando el Ángel del Señor se encontró conmigo, no dijo que yo tendría poder en la mano izquierda para sanar a la gente. Si revisa mi testimonio, verá que Él me dijo que se me daría una misión para orar por los enfermos y llevarles este mensaje por todo el mundo. Luego, cuando cuestioné mi capacidad para hacer eso, después de que Él me dijo que oraría por reyes y hombres de estado y demás, me dijo que se me darían dos señales para vindicar mi ministerio, así como a Moisés le fueron dadas dos señales. Tenía que tomar la mano izquierda de la persona y podría decirle qué le pasaba. Esto ha sido muy mal entendido por muchas personas, que suponían que yo sentía que algún tipo de poder sanador pasaba por mis manos. Esto es, por supuesto, un gran error.

El ángel también me dijo que después podría discernir los secretos del corazón de la gente, para contarles lo que habían hecho en su vida. Esto es Escritural, pues, cuando Cristo estuvo en la tierra, percibió los pensamientos de las personas, como la vez que se encontró con Natanael y la mujer en el pozo.

En los próximos días, publicaremos la segunda mitad de esta entrevista con respecto a la diferencia entre el espiritismo y la palabra de ciencia, el potencial de perder su sanidad y más.