23/01/2020
Sonrisas

Eso muestra que Dios está interesado, no importa lo insignificante, cuán pequeño o cuán grande; Él está interesado en todo. Su naturaleza... Así que, si nuestras iglesias son pequeñas, o si son grandes, si Ud. es un laico, si Ud. es un ama de casa, si Ud. es... lo que Ud. sea, Dios lo sabe y Él está interesado en Ud., y en lo que Ud. está haciendo para Él. Esa es la verdad. Así que estamos contentos esta mañana, de saber que servimos a un Dios como ese. Miren, tengo mis papeles de los impuestos sobre la renta allí en la oficina de correos; cierra, creo yo, a las once de la mañana, así que no puedo predicar más de tres horas, estoy seguro. Así que... Uds. perdónenme por mis necedades, espero. Pero aun Dios tiene sentido del humor, Uds. saben, así que-así que nosotros....

Desde entonces (61-0415b)

Esperamos que el testimonio de esta madre los haga sonreír hoy.

Gracias a todos por todo el trabajo que hacen. Me encanta leer los testimonios aquí y en Lifeline. ¡Son una gran bendición para mí!

Mientras leía el artículo “Sonrisas”, recordé algo que nos ocurrió hace unos años. Cada verano, registro a mis hijos en el club de lectura de verano de nuestra biblioteca para animarlos a seguir leyendo durante los meses de verano mientras están fuera de la escuela.

Nuestra biblioteca organizó todo para que cada vez que lean un libro, puedan escribir su nombre en un papelito y dejarlo en la caja que elijan con la esperanza de ganar ese artículo. Entre más libros lean, su nombre participará más veces por el premio.

Este año, mi hijo mayor quería ganar, pues uno de los premios era una caja de Lego. ¡Siempre le han encantado los Legos! Así que hicieron lo mismo de siempre y oraron antes de dejar el papel con su nombre dentro de la caja.

Al final del verano, mi hijo mayor nos comentó varias veces que sabía que iba a ganarse el Lego, así como había ganado otro el año anterior. Bueno, el día que la biblioteca sacaría el nombre del ganador, mi hijo mayor dijo que ese día recibiría una llamada de la biblioteca. ¡Simplemente sabía que ganaría el juego! En su voz no se percibía duda ni vacilación. Y, sin duda, ¡recibió la llamada! En cuanto sonó el teléfono, miramos el número y era el de la biblioteca.

Contesté y dijeron que llamaban a mi hijo mayor solo para recordarle que pronto debía devolver un material. Luego de colgar, mi hijo se rio al respecto. Dijo: “Bueno, olvidé que el Hermano Branham dijo que Dios tiene sentido del humor. Dios contestó mi oración, así como le pedí. Le pedí que me llamaran de la biblioteca, pero olvide mencionar que me llamaran para avisarme que había ganado el Lego”.

Todos nos reímos. Estábamos agradecidos por su actitud frente a la situación. Ahora nunca olvida eso y es más específico en sus oraciones. Agradezco al Señor porque siempre sabe exactamente lo que necesitamos y cuándo lo necesitamos. Unos meses después mi hijo recibió el Lego como un regalo de un miembro de la familia. ¡Dios es bondadoso!