24/01/2018
Jamás seré la misma

En este testimonio, una hermana canadiense relata la milagrosa historia de cómo el Señor la llevó a un campamento de Still Waters que cambió su vida para siempre. A pesar de su dolor y aflicción, ella triunfó por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Hace unos años, mi mamá me inscribió en el campamento de Still Waters. No se desenvolvía muy bien en las computadoras, así que terminé en el último puesto de la lista de espera. Ella se determinó a lograr que me admitieran en el campamento; entonces, se comunicó con VGR, pero le explicaron que no había muchas posibilidades de que pudiera entrar, pues quedé al final de la lista de espera. Cuando mi mamá me lo contó, fui a mi habitación, me arrodillé junto a mi cama y oré: “Señor, no aguanto más. ¡Necesito ir al campamento!”. Mi mamá también oró por mí.

Dios escuchó nuestra oración ese día y dentro de poco recibí por correo mi tarjeta de Still Waters. ¡Fue un milagro! No sé cómo sucedió, pero ¡Dios responde la oración!

Viajé a Indiana anticipadamente para visitar a algunos amigos. Lo estaba pasando de maravilla, hasta que, faltando una semana para el campamento, mi mundo se desmoronó. Mi querida amiga me pasó una llamada telefónica que cambiaría mi vida para siempre. Mi madre había fallecido esa noche y mi papá me pidió que regresara a casa. No se imaginan lo terrible que me sentí. No sólo murió mi mamá, sino que ya no se cumpliría su deseo más profundo, que yo pudiera asistir al campamento y me acercara más al Señor, lo cual yo anhelaba de todo corazón. Antes que abordara el avión para regresar a casa, mi querida y dulce amiga me dijo que me obsequiarían un pasaje de avión para que pudiera participar en el campamento. Sólo pude llorar en humildad y agradecerle al Señor.

No sé por qué el Señor me escogió, ¡pero gracias a Su misericordia logré regresar al campamento! Nunca seré la misma, hermanos y hermanas. Su gracia siempre me libró y me guiará feliz.

Esto sé: DIOS responde la oración.

¡Dios los bendiga a todos!

Alas de ángeles

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Qué escena tan espantosa se ve. Pero cuando Ud. se acerca, son alas de Ángeles aleteando. Vea, luce distinto cuando llega allí. Quizás así sucede con Ud. en esta noche. No sabe por qué está enfermo. No sabe exactamente por qué… De qué se trata. Pero quizás es una bendición oculta. Tal vez le parezca un lugar sombrío y tenebroso, pero podrían ser alas de Ángeles aleteando. Si tan solo está cierto de Dios, está seguro de que Dios sana al enfermo. Si Ud. está seguro de que Dios aún derrama el Espíritu Santo sobre Su pueblo, entonces tome su promesa y aférrese a ella hasta que Dios responda, pues Él responderá la oración con toda seguridad.

Estén ciertos de Dios (59-0708e)

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