1.16.2012
La Mirada Extraña

Y yo pensé: “El es un ranchero; él entiende su negocio”. Le dije: “Jev, ¿por qué tú...? ¿Qué la califica? Ella es una Hereford. Aquella se vendió hace un rato por $300, para mí, se miraba como una ternera más grande y todo”.

El dijo: “Mira, Billy, hay una cosa que tú no entiendes en la compra de ganado”. Dijo: “Yo pienso que tú deberías quedarte en tu camino predicando”. Pero dijo: “Tú no entiendes de ganado”. El dijo: “Ahora, mira aquella ternera allá”. Caminamos hacia allá. Dijo: “¿Miras esa mirada extraña en sus ojos?”

Yo dije: “Sí”.

Dijo: “Sus hijos y sus nietos, y sus tatara, tatara, tataranietos todavía van a tener esa mirada extraña”. Y dijo: “Correrán hasta empobrecerse. Nunca será una madre para sus terneros”. Y dijo: “Nunca podrás engordarlos; no podrás usarlos para carne”. El dijo: “Fíjate aquí en esta ternerita que ha sido vendida. Fíjate cuán mansa se mira. Fíjate en esa mirada apacible en su rostro, esa mirada amable, sin esa mirada en sus ojos”. Dijo: “Ella será una verdadera mamá para sus terneras; y las terneras de sus terneras, y las terneras de las terneras, continuarán siendo así”. Y dijo: “Todas ellas serán mamás, si pueden conseguir la clase correcta de semental para esa ternera, ¿ve?, eso es lo que hará a sus hijos. Pero esa mirada extraña en el rostro siempre produce una manada de ganado pobre, si un hombre está tratando de comprar ganado”.

Yo dije: “¡Sí, señor! Gracias”.

64-0823E Preguntas y Respuesta

Unos testimonios nos producen lágrimas, otros nos ponen una sonrisa en el rostro. Algunos nos inspiran mientras que otros nos dejan pensando de la profundidad del significado. Luego, hay testimonios como éste de una hermana del norte de México que nos hace sonreír, luego reír, luego recostarnos en la silla y meditar. Prepárense, pues van a disfrutar éste.

¡Que Dios los bendiga! Soy la Hermana Basilia, pero todos me dicen “la Hermana Chila”. Soy una creyente del Mensaje de la Hora y asisto a una iglesia de Manalisco, Jalisco, México.

Me gustaría compartir un testimonio de algo sobrenatural y muy sobresaliente para mí. Espero que los creyentes que lean este testimonio reciban bendición.

Yo vivo en un rancho y nosotros criamos animales. Un cierto día, compré una ternera de 15 días para producción de leche. Desde que la traje al rancho, noté que era un animal muy enérgico e inquieto. Se portaba mal y también era agresiva con las personas. Teníamos que apartarla de las personas usando una vara larga o si no, las atacaba.

Pasaron tres años y es extraño, pero ella nunca tuvo becerros. Ella tenía esa mirada extraña, nerviosa y salvaje en los ojos, igual como lo habló el profeta una vez de los animales en la granja del Señor Jev.

Mi madre es anciana y ha estado enferma últimamente, así que le gusta salir de la casa en las mañanas a disfrutar el sol y leer un sermón en libro del profeta de Dios, mientras yo preparo la comida. Una cierta mañana, la escuché gritar cuando vio que la vaca venía en su dirección. Ella tiene problemas caminando, pero se las pudo arreglar para escapar hacia la casa, donde yo la recibí en mis brazos. Bueno, la vaca llegó hasta el asiento donde estaba sentada mi madre y agarró el sermón que ella estaba leyendo ¡y comenzó a comérselo! La perseguí gritando y corriendo mientras que ella también corría con el libro en la boca. Yo le gritaba: “¡Poncha, Poncha, devuélveme el libro!” Pero la vaca se tragó el libro entero a pesar de mis gritos.

Amados hermanos, lo que les estoy contando es verdad y lo digo en el Nombre del Señor: Esa ternera cambió por completo desde ese día. Ahora ella es el animal mas calmado, amoroso y humilde que Uds. se pueden imaginar. Ella después quedó preñada y está esperando becerros pronto. Ella ya no es la criatura peligrosa de antes.

Sencillamente no comprendo el efecto en ella que tuvo ese libro, pero así fue. Sean Uds. los jueces en este caso, pero, para mí, yo sé que el Señor tiene el poder para hacer esto y más.

¡Qué Dios los bendiga!

Su hermana de México