27/02/2018
¿Rendirse?

Entre la Novia de Cristo hay un lazo común que el mundo jamás podría concebir. Es algo que nos liga y, aunque quizás apenas nos conozcamos, sentimos que nos conocemos de toda la vida. Cuando decimos “Hermano” o “Hermana”, comprendemos a fondo el significado de esas palabras. El siguiente informe de nuestra oficina de Holanda nos muestra que, cuando sufre un miembro del Cuerpo de Cristo, todos nos unimos en oración y reclamamos las promesas que Jesús mismo nos dio:

Les compartimos un testimonio del Hermano Herbert Lehmann, de Braunschweig, Alemania, a quien visitamos el domingo pasado.

Al Hermano Lehmann lo aquejaban graves dolencias del hígado y otras complicaciones. Acudía constantemente al hospital para recibir operaciones de emergencia y había perdido mucho peso. Los doctores le dieron poca esperanza de sobrevivir.

Mantuvimos estrecha comunicación con él y enviamos una petición de oración a VGR de Jeffersonville; además, muchos creyentes lo tuvieron presente en oración mientras él atravesaba esas dificultades.

A veces uno intenta todo lo posible y aún Él guarda silencio. A veces la situación parece agravarse antes de que mejore. En cierto momento, parecía que nuestro hermano no superaría ese obstáculo de su vida. El enemigo trató de decirle a nuestro hermano: “¿Por qué no te rindes?”; pero algo en su interior le dijo que no desistiera, ¡así que nuestro hermano logró la victoria y persistió!

El Hermano Branham dijo:

Que esto baje muy profundamente y nunca se aparte de Uds., Tabernáculo Branham. Si Ud. ha cumplido con los requisitos de Dios, y en su corazón Ud. cree que Él es, Dios únicamente está probando su fe, porque El ama hacer eso. Si Ud. ha confesado su pecado y Ud. ha cumplido todo requisito que Dios requiere, y aún Él permanece callado, recuerde, fe dice que Él es. Entonces fe allí se agarra, no sabiendo de qué se trata todo el asunto, pero ella sabe que Él es, y está cierta que Él es.

Estén ciertos de Dios (59-0125)

Como nuestro hermano se recuperó milagrosamente, nos sentimos inclinados a visitar a los Lehmanns de nuevo. Anteriormente, cuando nos reuníamos, siempre gozábamos confraternizar con ellos y hablar sobre las bendiciones de este maravilloso Mensaje.

Nuestro hermano mostró un verdadero ejemplo a otros a quienes infundió ánimos al compartirles el Mensaje de Malaquías 4.

Conocemos a nuestro hermano por más de treinta años. Mi padre, el Hermano Heino Buitenkamp, también fue un amigo íntimo del Hermano Herbert. Siempre nos ofrecían una invitación cordial a recibirnos cuando viajábamos cerca o de paso en un viaje misionero al este de Europa. (Braunschweig queda por la ruta principal, cruzando Alemania para llegar al este de Europa). En cada visita, siempre se apreciaba una Biblia o un libro del Mensaje en algún lugar, como lo que mencionó el Hermano Branham en la cinta sobre la clase de cuadros y revistas que se tienen en su casa.

Nos enteramos de que al Hermano Herbert le dieron salida del hospital y, para nuestra sorpresa, ¡ya podía levantarse y caminar por la casa!

La Hermana Lehmann nos preparó un plato delicioso, aunque especificamos que no se preocuparan por nuestra comida. Pero, como siempre, tratan con mucha hospitalidad a sus invitados.

Nos contó que los médicos fueron muy amables y hasta una de las enfermeras que lo cuidó llegaba a diario con una hora de anticipación para atenderlo. El Hermano Herbert mencionó que lo cuidaron con mucha atención mientras estaba tan débil físicamente. Me recordó lo que dijo el Hermano Branham sobre aquellos que le brindan un vaso de agua a la Novia de Cristo. ¡Que el Señor los recompense a ellos con bendiciones!

El Hermano y la Hermana Lehmann manifestaron que pasar por esa situación unió estrechamente a la familia. Nunca antes habían orado así con la familia y ese momento de desesperación los acercó mucho más.

Recibimos gran bendición y ánimo viendo lo que obró el Señor y que nuestro hermano recuperó su apetito por la comida natural, pero con un anhelo mucho mayor por el Alimento Espiritual que Dios proveyó para este día.

Antes de despedirnos, nos dio mucho gusto mostrarles el sitio web de VGR y cómo pueden encontrar los nuevos mensajes en audio y PDF traducidos a su propio idioma, el alemán. ¡Nos regocijó dejarles el Alimento Espiritual que Dios proveyó para este día!

Dios los bendiga,

El Hermano Gerald

Oficina de VGR de Europa

Ud. quizás haya perdido su salud. Quizás haya perdido su compañerismo. Tómenle a Él en Su Palabra. Estén ciertos que Él es Dios. Los tiempos penumbrosos que se están viendo ahora, quizás no se vean tan penumbrosos si tan sólo toman Su Palabra y estén ciertos que Él es Dios.

En Alemania, en una ocasión, vi un cuadro, y siempre se me quedó grabado. Un pintor alemán había pintado un cuadro que es—que es llamado “La Tierra Nublosa”. Y cuando Ud. la ve de lejos, es la escena tenebrosa más horrible que Ud. jamás ha visto. Sólo se ven nubes mezcladas, cuando Ud. la está viendo de lejos. Pero cuando uno se acerca, eso cambia. Son alas de ángeles, aleteando, cantando aleluyas al Señor. Así que así es la penumbra algunas veces. Si Ud. la mira, a larga distancia, se ve penumbroso y oscuro. Pero tome a Dios en Su Palabra y esté cierto que El es Dios, y muévase más cerca, y encontrará que sólo son alas de ángeles aleteando.

Estén ciertos de Dios (59-0125)