Quería compartirles este testimonio que tanto me conmovió. Ayer, me pidieron que le diera un recorrido a un hombre, el Hermano Noah, que viajó a Estados Unidos desde Namibia y es originario de Kindu, Congo. Él me contó sobre su niñez en el este del Congo, donde su papá fue pastor, y que durante veinte años, solo tuvieron una cinta de casete. Era una de la antiguas de cubierta café, titulada
Estén ciertos de Dios
.
Contó que la guardaban en un lugar especial, sobre una repisa como si se tratara de una pieza de museo. Escucharon esa cinta diariamente durante veinte años. Dijo que una cantidad incontable de personas vino a escuchar ese sermón y recibieron el Mensaje.
Hoy, durante el recorrido, me contó que allá hay tres iglesias y entre dos mil y tres mil creyentes. Todo eso es resultado de esa cinta de casete. También mencionó que hermanos viajaban cientos de kilómetros para trascribir durante horas los únicos libros del Mensaje que tenían allí.
En ese momento, el hermano estaba llorando y agradeciéndole a Dios y a ustedes, y a los santos de VGR por proveer las tarjetas microSD y ahora la nueva tableta para que ellos puedan tener este precioso Mensaje. Verdaderamente fue un momento muy conmovedor.
A todos los que estén leyendo este artículo, ¡Muchísimas gracias por suministrarle el Alimento almacenado al mundo!
VGR de Jeffersonville