Amada Centésima parte del Uno por ciento:
Solo piensen en que semanalmente estamos invitando al Rey de reyes y Señor de señores a nuestros pequeños y humildes hogares alrededor del mundo. Él no desea que se extiendan alfombras para darle la bienvenida; Él solo desea que se presenten corazones humildes, para que Él pueda tomar nuestros corazones humildes y revelarnos las cosas buenas que tiene reservadas para todos los que Lo aman.
Pero no es un hogar cualquiera o para cualquier persona, sino solo para un grupo pequeño y selecto de personas que Él ha elegido. Un grupo de personas a los que Él ha llamado a su puerta y la han abierto.
Ahora, estamos gloriosamente y muy—muy agradecidos por lo que Él ha hecho por nosotros, la gran mano misteriosa del Dios viviente. ¿Qué cosa más grande podría ser, y cómo podríamos ser un pueblo más privilegiado de lo que somos al tener en nuestra presencia al Rey de reyes y Señor de señores?
Estamos muy contentos y agradecidos, ¡simplemente no sabemos qué hacer! SOMOS esa centésima parte del uno por ciento que escucha y cree CADA PALABRA que Él nos habla.
“Yo soy la Palabra Encarnada hecha carne. Les revelaré los Siete Truenos, Lo cual les dará la Fe de rapto. Puesto que creen en cada Palabra, Tú eres Mi Reina justificada y Te daré un Nombre Nuevo. Te revelaré el tercer Jalón. Puedes hablar la Palabra, pues eres la Palabra. Te he restaurado todas las cosas".
“Ahora, tengo algo que decirles, es algo tan tremendo, que está ardiendo en mi corazón. Ojalá no olviden esto. Le permití a mi ángel mensajero verlos a todos con vestiduras blancas. Ustedes hermanas estaban allí con cabello largo hasta la cintura, descalzas, todas corrieron hacia él”.
“Y luego lo dejé mirar en otra dirección y allí venía corriendo un gran número de varones jóvenes. Todos ustedes eran jóvenes, como de veinte años. Tenían cabello oscuro y rubio. Y todos llevaban vestiduras blancas, y corrieron hacia él y lo abrazaron, gritando: “¡Precioso hermano!”.
“Lo levanté y lo coloqué sobre un lugar alto, así elevado, puesto que en la tierra él fue su líder. Ustedes lo siguieron, así como él ME siguió”.
“El Mensaje que él tenía que hablarles era tan perfecto que no podía confiárselo a un Ángel celestial, así que se lo di a él, Mi ángel mensajero profeta terrenal, William Marrion Branham. Le revelé todo este Libro del Apocalipsis y le dije que se Lo diera a ustedes".
“Él es Mi profeta águila. Recuerden, no salen más poderes después de que habla esa gran águila. Le he dado todos los misterios para que se los entreguen, como les dije que haría. Todo lo que necesitan está en los Mensajes grabados que él habló, puesto que no son sus palabras, sino MIS PALABRAS PARA USTEDES".
“Nunca lo olviden y recuerden lo que le dijeron cuando lo vieron allá”.
Y dije: “¿Por qué no puedo ver a Jesús”? Dijo: “Pues, algún día El vendrá. Y vendrá a ti primero, y tú serás juzgado. Estas personas son tus convertidos que has guiado”.
Y dije: “¿Quiere decir, que por ser un líder, Él me va juzgar”? Respondió: “Sí”. Y dije: “¿Todo líder tiene que ser juzgado de esta manera”? Respondió: “Sí”.
Pregunté: “¿Qué de Pablo”? Dijo: “El tendrá que ser juzgado con los suyos”.
“Bien”, dije, “si el grupo de él entra, entonces los míos también, porque he predicado exactamente la misma Palabra”. Eso es. Dije, “Donde él bautizó en el Nombre de Jesús, yo también. Yo prediqué...”
Y en ese momento millones gritaron a una sola voz: “¡En eso estamos confiando”!
Mi amigo, solo hay UNA MANERA de estar allí: al presionar “play” y confiar en cada Palabra hablada por el mensajero profeta águila de Dios.
Acompáñennos a confiar en cada Palabra y ser la centésima parte del uno por ciento, el domingo a las 2:00 p. m. (hora de Jeffersonville) mientras escuchamos: El Quinto Sello (63-0322).
El Hermano Joseph Branham
Escrituras para leer antes de escuchar el Mensaje:
Daniel 9:20-27
Hechos 15:13-14
Romanos 11:25-26
Apocalipsis 6:9-11
Apocalipsis 11:7-8
Apocalipsis 22:8-9
Sermones traducidos
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