02/03/2017
Reconócelo

6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

Proverbios 3:6

  • Reconocer
    1. Reconocer los derechos, la autoridad o posición de
    2. Divulgar conocimiento o acuerdo
    3. a: agradecer un beneficio o un favor recibidos b: establecer la identidad de algo o de alguien c: acusar de recibo
    4. Reconocer como legítimo o válido

¿Habrá algo demasiado simple o insignificante en lo que no se amerite reconocer al Señor? Continuamente lo reconocemos a Él en los asuntos importantes, pero no olviden que Él SIEMPRE nos acompaña, lo que significa que Él también se encarga constantemente de los pormenores.

Esta pareja reconoció Su autoridad, expresó su gratitud por Su ayuda y están anunciándolo para que nos demos cuenta de que Su Palabra es genuina y legítima.

Solo quería relatarles por escrito algo que el Señor hizo por mi esposa y por mí el viernes, 10 de febrero del 2017. A las 5:00 p. m., mientras trabajaba, se me ocurrió la gran idea de llevar a cenar a mi esposa al restaurante Stoney River. El próximo martes era el Día de San Valentín y me pareció buena idea salir esa noche. Llamé a mi esposa y ella consiguió a alguien que cuidara a nuestros niños antes de dirigirnos al restaurante.

Llegamos y, como era el fin de semana previo al Día de San Valentín, seguramente a muchos se les ocurrió lo mismo. Nos registramos en la lista de espera y nos informaron que aguardáramos DOS HORAS. No nos íbamos a quedar sentados hasta las 9:00 p.m., así que salimos del restaurante un poco desanimados. Pensamos: “Bueno, quizás nos escriban antes”. Averiguamos en otros restaurantes de la zona y la espera era casi igual; además, mi esposa estaba muy ilusionada por ir allá.

Luego de conducir hasta Costco para inscribirnos en otro restaurante y entrar constantemente a Stoney River para revisar la lista de espera, nos sentamos frente al establecimiento a hablar al respecto. Mi esposa comentó: “Quizás no debemos cenar aquí. Oré para que el Señor nos permitiera entrar temprano, pero eso no ha pasado, así que no quiero quedarme aquí si está en desacuerdo con lo que oré”. Seguramente lo oró individualmente, pues hasta ese momento no recordaba que lo hubiera mencionado. Respondí: “No sé cómo oraste, pero hagamos esto”. Tomé a mi esposa de la mano y dije algo así: “Señor, no sé cómo oró ella, pero no queremos ir si no es Tu voluntad. No hay ningún inconveniente. Sencillamente podemos ir a otro lugar o regresar a casa. Si Tu voluntad es que nos quedemos aquí, permite que nos escriban pronto. Te amamos, Señor. Oramos en el Nombre de Jesucristo”.

Cuando pronuncié: “… que nos escriban…”, ¡sonó el timbre de una notificación en el teléfono de mi esposa! Esto me sorprendió mientras terminaba de orar. Efectivamente era del restaurante; ¡nos informaban que nuestra mesa ya estaba disponible! Quedamos atónitos. Quizás algunos digan que fue una simple coincidencia. En medio de todo lo que hicimos durante la espera, ¿no nos llamaron hasta esos diez segundos en que oramos? Prácticamente nos fuimos saltando hasta el restaurante ¡y lo pasamos de maravilla!

Dios es tan bondadoso al bendecirnos con esos pormenores y es tan atento al demostrarnos que nos acompaña y nos cuida todo el tiempo.

Dios los bendiga,

Un hermano y una hermana de Jeffersonville