13/03/2018
Alimento celestial

Por todo el mundo han fundado pequeñas congregaciones los muchachos de las Cintas, quienes recorren caminos y senderos y visitan prisiones y albergues presentando al Elías de Malaquías 4.

Al igual que muchos creyentes de distintas partes del mundo, el equipo de Durban tiene un afán por encontrar las ovejas de Dios. Visitaron un albergue cercano donde proveen alimento los que necesitan sustentar su cuerpo físico. Esa noche, el menú varió, pues se sirvió una cena Celestial para todo el que quisiera. El siguiente es un informe del Hermano Steven Young, administrador de la oficina de VGR de Durban:

El sábado por la noche, junto con el Hermano Eli, acompañé a unos hermanos de la localidad que se habían organizado para dar de comer a los residentes de un albergue de Durban.

Nos permitieron ir con ellos y nos prepararon todo para que ese día colocáramos una cinta y repartiéramos algunos libros.

Con emoción y ansias la gente esperaba su comida, ¡pero en esta ocasión se serviría algo especial! 

Nuestro Señor Jesús, luego de que Satanás lo tentara a convertir las piedras en pan, nos enseñó que no solo de pan vivirá el hombre, ¡sino de toda Palabra que procede de la boca de Dios!

Además, Él generalmente trataba con la gente del común, como el mendigo Lázaro, la mujer en el pozo y otros individuos que eran la burla de los escribas y fariseos de esa época. No obstante, la Biblia nos cuenta que el pueblo lo oía de buena gana.

Lo mismo ocurrió el sábado mientras servíamos la Voz predestinada, que conforme a la profecía resonaría en los últimos días y revelaría el Misterio de Dios.

Dios envió esta voz para alimentar a las muchas almas hambrientas en todo el mundo; no se trata solamente de pan para el cuerpo, sino que cada palabra nutre nuestra alma.

Recibí una grata sorpresa cuando uno de los residentes sacó su Biblia y me compartió una porción de la Escritura. Otro hombre se sentó al lado en una de las sillas con su Biblia abierta.

Muchos más se acercaron mientras el Hermano Branham continuaba con su sermón, la gente aplaudió en respuesta a la Palabra y hacia el final del servicio muchos se habían puesto de pie y levantado las manos a Dios.

Confío en que Dios se acerque a cada uno y Su Palabra halle reposo en sus corazones.

No nos permitían tomar fotografías del albergue, pues el administrador de las instalaciones manifestó preocupación de que lo cerraran, si las imágenes caían en manos de las autoridades.

Aun así, el Hermano Eli pudo capturar unas cuantas fotografías.

¡Confío en que estas fotos les sean de bendición!

Dios los bendiga

Oficina de VGR de Durban

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